A tres años de la última remodelación del Paseo Bravo, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, el presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez, abrió la posibilidad de rescatar el espacio público, ahora en descuido y con infraestructura dañada.
En mayo de 2018, el exalcalde panista, Luis Banck Serrato, inició la intervención del parque Miguel Bravo, que tuvo un costo de 19 millones 379 mil 386 pesos, y las obras se extendieron hasta el 25 de julio, cuando inauguró la obra junto con el entonces gobernador Antonio Gali Fayad.
En descuido
A la fecha, los atractivos que el gobierno presumió, tras finalizar las obras, se encuentran dañados, como la “Fuente de Ajedrez”, que no funciona, así como su luminaria, además de que la estructura está acordonada para impedir el paso de los peatones.
De las ocho casetas instaladas, que servirían para los vendedores de las zonas, solo dos se encuentran alquiladas. “Llevan mucho tiempo vacíos”, comentó una de las ocupantes de los locales, quien confirmó el desuso de los espacios.
Asimismo, las bancas de madera y jardineras fueron vandalizadas, al igual que el quiosco de la plaza, durante las pasadas manifestaciones.
Durante la inauguración del parque, la estructura fue llamada “Plaza de la música”, por contar con tres instrumentos de manera permanente que serían ocupados por artistas, aunque a la fecha sólo permanece un xilófono metálico fijado.
Acusan abandono
Aunque a mitad del trienio de la exalcaldesa Claudia Rivera Vivanco se mencionó la posibilidad de una nueva intervención al parque, finalmente el proyecto no se llevó a cabo, por lo que fue reprochado por una ciudadana, durante un evento protocolario en el Paseo Bravo.
La entonces gerente del Centro Histórico, María Graciela León Matamoros, declaró en octubre de 2019 que sería un programa “integral”, para arreglos menores de pinturas, áreas verdes y alumbrado, a la par de un reordenamiento de los comerciantes ambulantes de la zona.
Asimismo, la semana pasada, el titular de la Secretaría de Gobernación (Segom), Jorge Cruz Lepe, señaló que la pasada administración permitió a los vendedores maltratar la zona, pues se “colgaban” de los árboles y la corriente eléctrica.
Al respecto, Rivera Pérez consideró “necesaria” una nueva intervención al parque, como parte de uno de sus programas insignia en campaña, cuando se comprometió a la rehabilitación de 100 parques de la capital.
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En 2014, el entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas planteó un proyecto de remodelación al parque Miguel Bravo, con un auditorio, estacionamiento e incluso la apertura de un nuevo arroyo vehicular, aunque ni siquiera comenzó al no tener permisos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Foto: Agencia Enfoque