La Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862 fue “una gran victoria” en donde se sentó un precedente: el mejor ejército del mundo puede ser derrotado cuando se lucha en defensa de la soberanía y la libertad, destacó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
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En el Mausoleo a Ignacio Zaragoza, en la zona histórica de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, López Obrador, acompañado del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, conmemoró una vez más el evento histórico que tuvo lugar hace 161 años.
Al evento acudieron funcionarios de los tres niveles de gobierno, además de los mandatarios de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo; Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez; y Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros.
En su mensaje, Lopez Obrador destacó el papel que jugó el general Ignacio Zaragoza y al entonces presidente Benito Juárez durante la batalla, quienes nunca flaquearon y mantuvo siempre el patriotismo.
Al igual, destacó la resistencia del pueblo de México, toda vez que mostraron su heroísmo al defender a la nación, junto con su identidad e idiosincrasia.
La Batalla del 5 de Mayo representa la unidad: Céspedes
En tanto, para el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, la Batalla de Puebla representa la unidad y la necesidad de anteponer los intereses de la nación antes que los particulares.
El mandatario comparó aquel histórico acontecimiento con el momento que hoy vive Puebla y el país, debido a que hoy lo que se quiere es que la transformación siga, contrario a lo que buscan los intereses del instinto conservador.
En este sentido, comentó que buscar la justicia, no es dividir, y luchar por la igualdad, no es insultar: “al conservadurismo se le combate con hechos, con movimiento, con congruencia y conciencia”.
Durante el acto, el mandatario federal también tomó protesta de Bandera a los soldados del Servicio Militar Nacional (SMN), clase 2004.
Asisten los tres presidenciables
El evento, realizado en Puebla capital, destacó la presciencia de tres aspirantes a la presidencia de la República: la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo; el canciller Marcelo Ebrard Casaubón; y el secretario de Gobernación.
En el centro del presídium estuvo el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien estuvo acompañado en todo momento del gobernador Sergio Salomón Céspedes y su esposa Gabriela Bonilla Parada.
En la primera fila estuvieron, además de los tres presidenciables, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa López Obrador; el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar; los gobernadores de Tlaxcala y Veracruz, Lorena Cuéllar Cisneros y Cuitláhuac García Jiménez, así como funcionarios federales.
Mientras que en la segunda hilera se ubicaron secretarios estatales como el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Julio Miguel Huerta Gómez.
Destacó que el alcalde Eduardo Rivera Pérez haya sido ubicado en la cuarta hilera, junto con el resto de funcionarios locales, a pesar de que el año pasado se sentó en la primera fila.
El magno evento no contó con la presencia del diputado federal Ignacio Mier Velazco ni del senador Alejandro Armenta Mier, ambos con aspiraciones a la gubernatura de Puebla.
Foto: Gobierno de Puebla
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