La flor de nochebuena o flor de pascua es una especie nativa de México, la cual pertenece a la familia de las euforbiáceas como el ricino. Su nombre científico es euphorbia pulcherrima y posee un enorme valor ornamental, siendo una de las plantas más cultivadas en todo el mundo. Se siembran millones de arbustos anualmente a nivel global.
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La nochebuena es apreciada por sus extraordinarias flores de color rojo, las cuales se producen a finales de año, por lo que se utiliza como parte de los adornos navideños. Los horticultores han conseguido variedades con flores de diferentes colores, desde rojo, rosado, salmón, hasta blancas. También han logrado flores con una serie adicional de brácteas petaloides, se conocen casi 100 variedades, la producción de plantas logran crecer entre seis y 11 semanas.
Por su importancia económica, se han perfeccionado formas eficientes de cultivo, crecimiento y almacenamiento que permiten enviar estas flores a cualquier parte del mundo. Estos avances hortícolas se han logrado en los últimos veinte años. En particular, en California se han desarrollado técnicas avanzadas de cultivo para que las plantas crezcan rápidamente y produzcan flores, cambiando el fotoperíodo a días más cortos.
En México, en Morelos la producción de nochebuenas es muy alta, cultivándose en regiones entre los 1000 y 1900 m de altitud, en Puebla la producción total que alcanza aproximadamente cada año es de un millón 521 mil 152 plantas de nochebuena, siendo los municipios de Atlixco, Huauchinango, Zihuateutla, Chiconcuautla, Hueytamalco, Xicotepec y Tlaola los principales productores
La epulcherrima crece en forma silvestre en la zona del Pacífico mexicano, desde Sinaloa hasta Chiapas, llegando hasta Guatemala. Un estudio genético de esta especie identificó su área ancestral en el norte de Guerrero. Crece en bosques tropicales secos y en comparación con las plantas cultivadas, las silvestres están menos ramificadas, son angostas y menos brillantes, y las inflorescencias tienen un menor número de flores.
En 1829, el ministro estadounidense Joel Roberts Poinsett, recorriendo México con colegas de la comunidad científica de Filadelfia, donde encontró flores de nochebuena en Taxco, Guerrero, enviando plantas al jardín botánico Bartram donde las cultivaron y exhibieron para después introducirlas a Europa y luego al resto del mundo, por esta razón, la nochebuena se conoce como «poinsettia».
Estas plantas son arbustos o árboles pequeños, llegando a medir hasta cuatro metros, con hojas de color verde oscuro de tamaño mediano (hasta de 16 cm de largo). Lo más notable son sus flores, formadas por brácteas rojas (hojas modificadas) que son confundidas con pétalos; las flores se encuentran en el centro de estas brácteas agrupadas en una inflorescencia llamada ciatio.
Las flores de nochebuena se cultivaban en jardines botánicos prehispánicos; a través de estudios se reveló que a Moctezuma le enviaban plantas de zonas bajas, de Morelos o Guerrero.
Los mexicas extraían los pigmentos rojos de las brácteas para teñir textiles y el látex se utilizaba como medicina para curar fiebres.
Para esta euforbia se conocen diversos nombres comunes en México a lo largo de su distribución: en el centro del país se llama Cuitlaxóchitl (significa flor de cuero en nahua), en Chiapas como aijoyó (zoque), en Oaxaca como gule-tiini (zapoteco), en Michoacán como uanipeni, y en Morelos como poscuaxúchitl (dialecto mexicano de Tetelcingo).
La flor de nochebuena representa una de las plantas ornamentales más icónicas, una contribución de México a la horticultura del mundo.
Con información de: Conacyt y Biología Evolutiva en el Instituto de Ecología (INECOL)
Foto: Agencia Enfoque
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