Sobreviven en San Pablo Xochimehuacán a voraz desgracia

Los pobladores de la junta auxiliar compartieron los daños en sus hogares, y la rapiña que enfrentaron tras la explosión de una toma de gas clandestina

Sobreviven en San Pablo Xochimehuacán a voraz desgracia

Autor: Marisol Córdoba

“Estábamos durmiendo, me despertó el olor a gas, llamé a mi Lalo, que vive con su familia frente a mi casa, y me los llevé; salimos corriendo sin nada. La casa de mi hijo se cayó, ya no estaría conmigo, sino me lo hubiera llevado”, afirmó uno de los vecinos de la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán.

En la zona acordonada en un perímetro de un kilómetro por la Guardia Nacional y elementos del Ejército, tras la explosión de una toma clandestina de gas la madrugada de este domingo, el olor a gas alertó a las centenares de familias que se encontraban en los alrededores, quienes salieron lo más pronto que pudieron para salvar sus vidas, sin documentos, ni nada.

Así lo testificaron a El Ciudadano México los pobladores afectados entre el dolor y pérdida de su patrimonio, este domingo 31 de octubre, previo a la celebración del Día de Muertos, la cual quedó olvidada.

En las calles de la junta auxiliar sólo había dolor, desolación, zozobra y cuestionamientos, el más constante era: “¿Quién nos va a ayudar?».

Así expresaba el padre de la familia Bautista, tras la múltiple explosión de un gaseoducto la madrugada de este domingo, provocada por el huachicol, en unos de los puntos frente a la vía del ferrocarril, resguarda por el Ejército y la Guardia Nacional.

El señor Bautista contemplaba su casa destruida, una de las afectadas. Lloraba del otro lado de la cinta que implementaron para evitar el paso.

“Estábamos durmiendo cuando empezaron a gritar que olía mucho a gas. Pudimos salir, somos tres familias; vivíamos ahí. Todas las casas se dañaron, pero mi casa es la que se fue toda, no sacamos ni documentos ni nada”

Adulta mayor
(Pidió auxilio al gobierno apoyo para reponer lo perdido)

Desastre en calles y viviendas

Durante el recorrido que realizó El Ciudadano México se observador vidrios rotos, puertas y ventanas dañadas en las viviendas, por la onda expansiva de la explosión; mismas que afortunadamente los vecinos pudieron desalojar, al menos una hora antes.

En la calle sólo se escuchaba el ruido de los vidrios que pisaban los elementos de la Guardia Nacional, desplegados en los puntos más vulnerables de las más de 50 casas dañadas; algunos vecinos hablan de más de 100 familias afectadas.

En la zona donde se destruyeron decenas de casas por la toma clandestina, aún por la mañana seguía ardiendo la toma, como una amenaza de peligro en San Pablo Xochimehuacán.

“Salga de aquí”, decían los elementos castrenses guardianes del punto más afectado por la explosión, en la que algunas de las personas que sufrieron daños eran atendidas por golpes. Los soldados les ponía una venda en la cabeza.

“Mi abuelita está ensangrentada le cayeron vidrios”, decía otra mujer, y otra más lloraba por la incertidumbre de no saber cómo se encontraban sus seres queridos.

En el recorrido de las calles afectadas, muchas personas recogían pertenencias entre el escombro de sus viviendas, algunos con temor de entrar por miedo a un derrumbe, pero saben que podrían perder todo por la rapiña al dejar sus casas solas ante la orden de desalojo por parte de Protección Civil.

Del lugar partieron las familias García, Fernández, Pérez, Flores, Martínez, González, que viven cerca de las vías del tren y sufrieron más daños sobre la Privada Amanalco, y la calle de la Primer Privada de la Benito Juárez, ubicadas del otro lado de las casas que se derrumbaron; algunas catalogadas como pérdida total.

En algunos puntos de las calles donde su ubican las casas más dañadas de la junta auxiliar, sobre las vialidades Gaseoducto y la Vía del Ferrocarril, por varias horas las personas afectadas por la gran explosión se apostaron frente a la calle acordonada donde se ubican sus domicilios. Algunos esperaban que les permitieran el paso; necesitaban dinero o medicamentos para sus familiares.

¿Quién nos ayudará?

Con la esperanza de que las autoridades los escucharan, los afectados mostraban los daños a sus casas, en ventanas y puertas; algunas fisuras en estructuras de las viviendas, principalmente en los segundos pisos, donde habitaban hasta más de tres familias.

¿Ahora quién nos ayudará?, ¿Pagarán los daños?, señalaban con tristeza en sus rostros las familias afectadas, en especial los que tenían afectaciones en la estructura de sus domicilios.

Aún por la mañana la toma seguía ardiendo.

Regresan tras saqueos en sus casas

Los lugareños vivieron el miedo de enfrentar la explosión, y el de la delincuencia que azota la zona, porque dejaron sus casas abiertas y fueron víctimas de rapiña.

“Ese muchacho que pasó ya lleva cinco vueltas, sabemos que es uno de los rateros. Y no, nos podemos ir; no podemos dejar nuestras casas para que nos roben, sin que las autoridades hagan algo»

Vecinos

Uno de los vecinos tiene su casa dañada y también le robaron sus pertenencias; otros pobladores lo alertaron para que regresará, porque sólo pusieron un sillón para poder cerrar su portón dañado.

“Mire si quiere puede entrar para ver cómo jalaron la pantalla. Nosotros estábamos durmiendo y una vecina, mi comadre me tocó rápido la puerta, me dijo que me saliera porque se estaba saliendo el gas. Nosotros corrimos para San Jerónimo, mi hijo y yo. Y ahí fue cuando sentimos la explosión; la primera, la segunda y la tercera»

«Ya estaba yo en casa de mi hijo y me avisaron vecinos que me regresará porque hombres estaban entrando, y sacaron cosas. Se llevaron mi pantalla, mi tanque de gas»

Adela
Vecina

Ante ello afirmó que debido a que la autoridad no garantiza el cuidado de sus pertenencias, no se iban a mover de lugar, pese al peligro.

La mayoría de los desalojados antes de la explosión han regresado a sus casas para esperar información sobre sus domicilios afectados.

Presencia de paracaidistas

Algunos de los pobladores entrevistados, acusaron al edil auxiliar de San Pablo Xochimehuacán, César Juárez, de permitir recientemente la presencia de paracaidistas en terrenos cercanos a la toma clandestina.

Señalaron además que el presidente auxiliar, que en poco tiempo terminará su gestión, no estuvo presente durante la evacuación, y no ayudó a los pobladores a desalojar de manera rápida, la cual realizaron con sus propios medios.

Acusaron que el edil no ha garantizado la seguridad en la junta auxiliar que se ha rezagado ante otros, el robo de trenes, el narcomenudeo son «problemas que vivimos de manera diaria», señalaron algunos de los vecinos.

Fotos: Agencia Enfoque

https://www.youtube.com/watch?v=cR5jnI1QNRg

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