En octubre de 2013, Érika Sánchez, de 40 años de edad, fue diagnosticada por médicos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (Issstep) con coriocarcinoma, un extraño tipo de cáncer.
«Llegué al hospital porque tenía mucho dolor. No podía ni caminar. Me hicieron unos estudios y a los pocos días me pidieron que me presentará en la clínica», relató.
Érika Sánchez
Un coriocarcinoma es un cáncer poco frecuente que se presenta como un embarazo anormal. Un bebé puede o no desarrollarse en este tipo de embarazo.
El cáncer también puede presentarse después de un embarazo normal; sin embargo, casi siempre se presenta como una masa que se forma en el interior del útero al comienzo del embarazo.
El tejido anormal puede continuar creciendo incluso después de que se intenta extirpar y puede convertirse en canceroso. Casi la mitad de todas las mujeres con un coriocarcinoma tuvo una mola hidatiforme o embarazo molar.
Los coriocarcinomas, señala la National Library of Medicine del gobierno de Estados Unidos, pueden ocurrir después de un embarazo precoz que no continúa, o después de un embarazo ectópico o tumor genital.
Hasta octubre de 2013, sólo se habían diagnosticado dos casos de coriocarcinoma en todo el estado de Puebla. Érika fue la tercera paciente con este tipo de cáncer en la entidad.
«Me dijeron que es un cáncer poco común, y por eso urgía que ese mismo día empezará mi tratamiento de quimioterapias; si pasaba un día más los doctores no garantizaban que me pudieran salvar la vida», afirmó.
Érika Sánchez
El tratamiento de casi tres meses fue muy «agresivo», pues recibía ocho quimioterapias a la semana. Dos por día.
A causa del tratamiento se le cayeron sus cejas, sus pestañas, su cabello, y tuvo daños en sus uñas, dientes, y cartílagos.
«Mi vida cambió de la noche a la mañana. Fue un cambio muy drástico porque ya no me podía meter a bañar sola, no podía abrir ni una puerta sin ayuda», mencionó.
Érika Sánchez
Cuando lograron controlarlo, los médicos le indicaron que debía ser intervenida para retirarle la matriz. Habían encontrado otro tumor.
Después de siete años bajo observación médica, le dieron su alta médica en 2021; sin embargo, le informaron que las secuelas por el tratamiento durarían entre 10 y 25 años.
«Me costó mucho trabajo entender y aceptar que en cuestión de dos años mi cuerpo físicamente se avejentó lo de 20 años, eso fue muy difícil de aceptar, asimilar y aprender a vivir con ello», concluyó.
Érika Sánchez
El coriocarcinoma es uno de los tipos de cáncer que afectan a las poblanas y por los que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 4 de febrero como el Día Internacional Contra el Cáncer.
En este año, la comunidad mundial del cáncer conmemora el día con el lema «Cerrar la brecha de atención» para llamar a todos a mejorar el acceso a una atención de calidad, incluido el tamizaje, la detección temprana, el tratamiento y los cuidados paliativos.
Cáncer de mama afecta a las poblanas
De enero de 2019 a enero de 2022, en Puebla 832 personas han sido diagnosticadas con cáncer de mama, de acuerdo con la Secretaría de Salud federal.
En 2019 se registraron más casos: se contabilizaron 492 en comparación con los 197 y 140 de 2020 y 2021, respectivamente.
En ese mismo periodo 99 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de útero: en 2019 y 2020 se registraron 30 casos, mientras que en 2021 la cifra aumentó a 37.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indicó en febrero de 2021 que junto a Quintana Roo, Guerrero, Tlaxcala, México, Guanajuato, Chiapas, Tabasco, y Aguascalientes, Puebla se encuentra entre los nueve estados con la tasa de mortalidad más baja por cáncer, que equivale a entre 50.93 y 62.44 por ciento.
Los estados de Sonora, Chihuahua, Veracruz, Nuevo León, Sinaloa, Nayarit, y Ciudad de México registran la tasa de mortalidad por cáncer más elevada: varía de 73.48 a 97.10 por ciento.
La falta de medicamentos
En México, los pacientes con cáncer tienen que vivir con la incertidumbre causada por la escasez de medicamentos: por ejemplo, en enero de 2020, 119 menores con cáncer atendidos en el Hospital para el Niño Poblano no recibieron sus tratamientos, cifra que aumentó en febrero del mismo año a 164 pacientes, de acuerdo con la respuesta que dio la Secretaría de Salud de Puebla a una solicitud de acceso a la información.
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