Esta mañana, durante su tradicional conferencia matutina, el gobernador negó la pervivencia del llamado “año de Hidalgo” en la política poblana, aunque aprovechó para advertir a las y los alcaldes salientes que no debían caer en dicha tentación.
El “año de Hidalgo” hace referencia a una proclama atribuida por los medios y la ciudadanía a quienes trabajan en gobierno, quienes supuestamente en su último año o su último periodo en el cargo arrasan con todo lo que pueden, gritando algo parecido a “¡Que perjudique a su progenitora quien deje algo!”.
La obsolescencia de dicha tradición política, de acuerdo al jurista zinacatepequense, se debe al control que ya se ha alcanzado sobre los recursos, pues desde el Gobierno del Estado etiquetan los recursos que se otorgan a los municipios.
En cuanto al mes de octubre, cuando entregarán los Ayuntamientos salientes, Barbosa comentó que a partir del día 15 de ese mes los alcaldes salientes pierden control sobre la cuenta, por lo que están en obligación de entregar a la administración entrante recurso suficiente para remontar las dos primeras semanas de trabajo.
Llamó la atención, sin embargo, que inmediatamente tras negarse que siguiera existiendo el “año de Hidalgo”, se considerara necesario hacer un llamado a las administraciones salientes para que no incurrieran en él.
”Ya no hay eso de que haga no sé qué cosa o que se vaya a no sé dónde el que deje algo. No, no, no. ¡No lo hagan!”, amonestó el mandatario.
Finalmente, el jurista zinacatepequense llamó a los Ayuntamientos salientes a mantener el control de los gastos, a cuidar la seguridad pública y abstenerse de expedir licencias express cuya vigencia se remonte por años.