La noche del pasado jueves será recordada como un día clave para las comunidades de La Higuera, luego del recurso de casación enviado a la Corte Cuprema por organizaciones sociales de la zona, con el objetivo de detener el proyecto minero porturario Dominga.
Con esta acción buscaban revertir el polémico fallo del 16 de abril, realizado por el Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, mediante el cual se le otorgó una nueva oportunidad al proyecto, retrotrayendo el procedimiento de tramitación a la etapa de votación en el consejo regional.
Cabe recordar que como proyecto, Dominga ya había sido rechazado por la Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva) de Coquimbo en marzo de 2017, en una ajustada decisión que concluyó empatada, siendo el intendente de Coquimbo de la época, Claudio Ibáñez, quien daría el voto dirimente según indica una nota de prensa publicada por la Fundación Terram. Sin embargo, esta misma decisión fue desestimada por el tribunal Ambiental de Antofagasta.
El proyecto Dominga considera la explotación de dos minas de hierro y cobre en el área, a lo que suma la construcción de un mega puerto en la comuna de La Higuera, Región de Coquimbo. Una zona caracterizada por su invaluable riqueza marina y terrestre, reserva de vida del pingüino de Humboldt, especie en peligro de extinción, hogar de ballenas y cachalotes, delfines nariz de botella y chungungos, más una inmensa variedad de aves, reptiles y plantas autóctonas.
Al respecto, el abogado coordinador de litigios de la ONG FIMA y encargado del recurso de casación contra Dominga, Diego Lillo, encuentra en esta acción una clara falta a la probidad por parte del tribunal ambiental, “paradigmáticamente se rechazó el proyecto dominga por 5 causales de rechazo que son diferentes, y en general al sistema le falta que se configure una sola causal para su rechazo (…) lo que hay en la sentencia es la opinión del tribunal pero no hay razones del porque se considera que el actuar del comité de ministros fue ilegal”.
Es por esto, que la estrategia legal por parte de las comunidades de La Higuera va dirigida a recurrir directamente a la Corte Suprema, para así evitar nuevamente un rechazo a favor de Dominga, “lo que nosotros queremos es que la corte suprema confirme la decisión del comité de ministros y así evitemos volver a la institucionalidad ambiental, que a mi modo de ver, es un poco antojadiza por parte de Andes Iron, ya que justamente está pidiendo que el procedimiento se retire en un momento que el proyecto le da la razón», explicó Lillo.
La estrategia comunicacional de Andes Iron
A nivel mediático, los últimos meses se han caracterizado por mostrar un panorama dividido respecto a la opinión de las comunidades sobre Dominga, visibilizando primordialmente movilizaciones a favor del polémico proyecto.
Sin embargo, para Lillo esto responde directamente a una estrategia de validación desarrollada por Andes Iron, compañía a cargo del proyecto; “conociendo bien como se desenvuelven los conflictos ambientales, apuntan mucho más a validarse en el territorio con las personas que van a recibir los beneficios del proyecto, que no son las mismas personas que reciben los impactos de este, porque los impactos se verifican en las comunidades costeras mientras que los beneficios están arraigados en la comunidad de La Higuera que está al interior”, advirtió el abogado en declaraciones a El Ciudadano.
Para el integrante de la asociación gremial de mariscadores Los Choros, Gabriel Molina, este proyecto no solo perjudica una zona esencial para la producción pesquera, sino que también daña un ecosistema de gran relevancia para el norte grande, “Esta zona produce el 60% de la pesquería del norte de Chile y el 30% del nivel país, que no es menor” destaca Molina.
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Desafortunadamente, desde FIMA reconocen que los impactos sociales del proyecto ya se están haciendo sentir en la zona, lo que genera incertidumbre sobre lo que ocurriría ante una eventual aprobación del proyecto.
“Dominga ha sido muy invasiva en los sistemas sociales de la comunidad de Los Choros y de Punta de Choros, esto ha producido un quiebre en el tejido social que es importante y que obviamente nuestros representados lo sufren diariamente. A veces esos quiebres se extienden incluso a los núcleos familiares, así que es difícil la convivencia producto de la intervención que ha hecho el proyecto Dominga sin siquiera existir todavía”, lamenta Lillo.
Pese a ello, las comunidades pesqueras de Los Choros se muestran contrarias a dejar la lucha en contra de este proyecto; “solo somos pescadores que tienen su fuente laboral, no queremos una mega industria porque nunca la hemos necesitado. Tenemos una de las comunas más rica en recursos naturales del norte grande, es un diamante que no se puede tocar aunque hallan millones de kilos de hierro. Si tocas La Higuera la matas no solo para Chile sino para el mundo”, afirma Molina.
Finalmente, desde FIMA, quienes están llevando la causa, declaran que tras presentar este recurso de casación todavía queda un largo proceso por delante, a la espera que el expediente del Tribunal Ambiental suba a la Corte Suprema, donde se verá la posibilidad del recurso en un proceso de una duración que todavía no se tiene claro.
Por el momento, desde las organizaciones pesqueras anuncian nuevas movilizaciones en espera de la decisión de la justicia.