Estudiantes de secundaria del distrito de Morona, en la provincia del Datem del Marañón en Loreto, Perú, ingresaron al colegio gritando tras haber jugado la ouija en el cementerio del pueblo.
Los 17 adolescentes presentaron extrañas actitudes cuando sus padres se organizaron para ayudarlos. Una de ellos se encerró en un local del lugar con un fierro, mientras gritaba espantando a los pobladores que querían auxiliarla.
Los padres controlaron a los jóvenes con ayuda de chamanes y brebajes, antes de que pudieran dañar a alguna persona o dañarse a ellos mismos.
Un incidente similar habría sucedido el pasado 17 de setiembre en Iquitos, cuando 27 alumnos mostraron actitudes agresivas tras jugar con un extraño libro de prácticas paranormales, que le habían quitado a una profesora de la institución.
Los chicos llamaron la atención de las autoridades porque no paraban de llorar y gritar. Por esto se suspendieron las clases en el centro educativo durante una semana.
Los padres de familia fueron alertados del suceso y, días después, los menores fueron llevados a diversas iglesias para que regresaran a la normalidad, puesto que ellos afirmaban que sus hijos «estaban poseídos por el demonio».
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