Cada año, el 28 de abril, se celebra el Día Mundial sobre la Seguridad y la Salud en el Trabajo. La efemeride de carácter internacional fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en junio de 2003, por petición de la Organización Internacional del Trabajo. La misma recuerda el día en que 28 trabajadores fallecieron en 1987 en un accidente laboral ocurrido en una construcción en Connecticut, Estados Unidos. Seis años más tarde la ONU definió la salud laboral como un derecho humano fundamental y, a partir de entonces, se han creado leyes y normativas que apuestan a la protección de las personas en materia de seguridad y salud en el trabajo.
La conmemoración recibe, además, el nombre de «Día de luto» en Canadá, luego de que el movimiento sindical local impulsara la propuesta de recordar cada 28 de abril a las víctimas de los accidentes de trabajo mortales en todo el planeta. En Venezuela se suma a la efemeride el 18 de agosto como Día Nacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo para conmemorar a los 9 obreros fallecidos en 2003 tras caer en el depósito de una cochinera e inhalar gases tóxicos, hecho ocurrido en Tejerías, estado Aragua.
Este «Día de luto» busca también sentar en la misma mesa a los consejos laborales, sindicatos, patronos, trabajadores y las familias para honrar la memoria de los heridos o fallecidos en su lugar de trabajo, al tiempo que aspira a crear conciencia sobre las muertes y lesiones, y avanza en la prevención y el compromiso de garantizar estándares de salud y seguridad en los puestos de trabajo.
En total 100 países de todo el mundo adoptan la celebración que también se conoce como el Día de los Trabajadores Caídos, cuya campaña de sensibilización ataja la atención internacional sobre la magnitud del problema.