El caso de una niña india violada y abandonada en Nueva Delhi tiene conmocionado al mundo. En declaraciones a la televisión del país este domingo, la joven contó que había sido violada y torturada en repetidas ocasiones, y más tarde abandonada en un pozo a la afueras de la ciudad.
En declaraciones al canal de televisión NDTV, la joven de 14 años explicó que la tuvieron encerrada en una pieza oscura durante dos semanas tras secuestrarla el pasado 22 de noviembre cuando se dirigía al mercado, en la zona oeste de la capital.
«Tras 15 días de abusos repetidos, me dijeron una noche que estaban dispuestos a dejarme marchar. Me empujaron dentro de un coche y condujeron hasta una tienda que vendía alcohol antes de aparcarse cerca de un pozo», contó, de espaldas a la cámara de grabación.
«Me dijeron que iban a dejarme marchar, pero me dispararon dos veces mientras lo hacía. La primera me impactó en un hueso, no sentí nada, estaba como anestesiada. Con el segundo impacto me desmayé», explicó. Despertó en el fondo de un pozo, donde la dejaron sus agresores convencidos de que estaba muerta.
«Cuando desperté vi que tenía una bala en el pecho y me la saqué con la mano». El pasado 6 de diciembre, vecinos de la zona la rescataron tras escuchar sus gritos de auxilio.
Según consigna la prensa india, ya han sido arrestados varias personas relacionadas con el caso mientras continúa la investigación. «Quiero que los violadores sean ahorcados. Nadie debería sufrir lo que he sufrido yo», señaló la joven.
Una epidemia
Las violaciones constituyen una verdadera epidemia en la India. Solo en 2014, se reportaron en Nueva Delhi más de 2000 nuevos casos.
Las agresiones han provocado protestas en las calles y a través de las redes sociales por todo el país, avivadas por la impotencia de ver que las cosas no cambian. Y es que, a pesar de que se han endurecido las penas, las violaciones, tanto las llevadas a cabo por un solo sujeto como las colectivas no cesa.