Aunque los informes iniciales de la noche anterior sugieren que sólo hubo un puñado de muertes en el ataque aéreo contra un hospital en la parte controlada por los rebeldes de la ciudad siria de Alepo, a medida que más y más cuerpos son recuperados de entre las ruinas la cifra sigue aumentando.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha puesto ahora el número de muertos en 27, mientras que otros grupos locales han sugerido que era aún mayor. Médicos Sin Fronteras (MSF), que apoya el hospital, dice que fue más o menos completamente destruido en un ataque aéreo directo.
El ejército sirio negó su participación en el ataque, insistiendo en que no tenían aviones de guerra en la zona en ese momento. Rusia no se ha pronunciado sobre el asunto. El distrito atacado está en manos de los rebeldes, especialmente el Frente Nusra de al-Qaeda, que ha hecho que sea un objetivo en los últimos días.
Del mismo modo, el Frente Nusra ha estado bombardeando y disparando cohetes contra un distrito occidental de Alepo controlado por el gobierno. Por mucho que los ataques aéreos son dirigidos contra objetivos militares, las víctimas parecen ser casi exclusivamente civiles, con al menos 11 muertos ayer en distritos de gobierno y los medios de comunicación estatales sirios informaron que podría haber hasta 14 fallecidos.
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