A bordo de una embarcación autónoma, que los dejó a poca distancia de una playa del sur del país, arribaron este domingo a costas italianas 400 personas que cruzaron el mar Mediterráneo central, lo que se traduce en un verdadero desafío a la crisis sanitaria mundial que ha golpeado duramente al país europeo.
Según el Ministerio del Interior, en lo que va de año han llegado a las costas de Italia 4.445 migrantes, hecho que refleja que la crisis migratoria a Europa no ha dejado de ser una realidad a pesar del nuevo coronavirus.
Los 400 extranjeros llegaron este domingo a la playa del municipio siciliano Palma de Montechiaro, al sur de Italia, según confirmaron fuentes de la Policía local, que ya ha emprendido la búsqueda de estas personas, reseñó la agencia EFE.
Las mismas fuentes precisan que el número exacto de los migrantes aún no está claro, aunque rondaría los cuatro centenares, ni tampoco el modo en que alcanzaron la playa.
Los medios locales informan que los migrantes cruzaron el mar Mediterráneo central a bordo de una embarcación autónoma, que los dejó a poca distancia de la línea de playa de dicha localidad, cercana a la ciudad siciliana de Agrigento. Después huyeron hacia las zonas boscosas próximas a la costa.
Inmediatamente la Policía y agentes del Cuerpo de carabineros (policía militarizada) emprendieron la búsqueda de estas personas y han logrado detener a 42, indicaron las fuentes.
Otros migrantes han sido vistos en la carretera nacional que lleva a Agrigento, a la sombra de los árboles o pidiendo agua a los vehículos que pasaban, según los medios.
Otros 52 migrantes subsaharianos lograron llegar de forma autónoma a las costas de la isla italiana de Pelagie, en Lampedusa (sur) y ya han sido interceptados por la Guardia de Finanza (policía fiscal y de fronteras). La Policía de Palermo, capital siciliana, interceptó tres embarcaciones con 27 inmigrantes muy cerca de las costas de Trapani.
En lo que va de año han llegado a las costas italianas más del triple que los inmigrantes registrados el año pasado, 1.361, según los datos del Ministerio del Interior a fecha de 22 de mayo.
Tanto Italia como Malta han declarado que, a causa de la pandemia de coronavirus, sus puertos no son seguros para permitir el desembarco de migrantes salvados por las organizaciones humanitarias que rastrean el Mediterráneo.
En los dos países los migrantes rescatados son puestos en cuarentena en un barco durante catorce días antes de que pongan un pie en tierra.