Al menos 200 detenidos en París tras los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes durante la protesta del 1 de mayo. Los agentes antidisturbios han empleado cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes que previamente habían lanzado cócteles molotov contra tiendas y escaparates.
Poco después del inicio de la marcha, hacia las 16.00 (14.00 GMT), la Policía colgó en su cuenta de Twitter que había detectado a unos 1.200 individuos enmascarados y encapuchados a la altura del Puente de Austerlitz, más o menos en la mitad del recorrido previsto.
Integrantes de ese grupo, pertenecientes a los llamados black blocs, lanzaron proyectiles contra los agentes, que respondieron con gases y cañones de agua.
Un restaurante reconocido de comida rápida resultó dañado, así como un concesionario de coches e inmobiliario urbano, como contenedores de basura, como consecuencia de los cócteles molotov y objetos incendiarios tirados por un grupo de manifestantes.
El ministro del Interior de Francia, Gérard Collomb, condenó a través de su cuenta de Twitter la violencia y el vandalismo en París.
La protesta este año de los Black Blocs se inserta dentro de las dificultades que atraviesa el actual Gobierno para negociar con los sindicatos algunos planes de liberalizar las regulaciones laborales. Por ejemplo, el personal ferroviario ha comenzado tres meses de huelgas continuas a nivel nacional en una disputa sobre la revisión planificada de la operadora estatal de ferrocarriles, la SNCF.
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Mais de 100 pessoas são detidas em Paris nas manifestações de 1º de Maio https://t.co/Ie7KPdgIrs pic.twitter.com/IyncyMGBpc
— INJS -Fair Launch🥷 (@correio_dopovo_) May 2, 2018