Últimamente decenas de civiles están muriendo día tras día en la norteña ciudad de Alepo. Estas escaladas de tragedias parecen ir en aumento con más de 60 personas muertas, mayoritariamente, si no exclusivamente civiles, durante las últimas 24 horas, debido a las batallas entre el ejército sirio y los combatientes de Al-Qaeda en la ciudad.
La violencia en la noche anterior, que comenzó el lapso de 24 horas, ya se había registrado un ataque aéreo que golpeó y destruyó un importante hospital en la zona oriental de la ciudad, la cual está dominada por Al-Qaeda, matando al menos a 27 civiles. Otros 34 civiles murieron el jueves, incluyendo al menos 14 fallecidos en los bombardeos realizados al oeste de la ciudad de Al-Qaeda.
Alepo ha sido una ciudad impugnada durante la guerra civil que ya suma cinco años, con empujes iniciales de los rebeldes y el ejército en la ciudad se presenta como un punto decisivo en el conflicto. Las predicciones de la victoria no resultan fáciles para cualquiera, pero la presentación de Alepo como un espejo de la guerra global puede haber sido profético, ya que tanto la ciudad y la nación han sido desgarradas por los desastres de la guerra desde entonces.
El número de muertos creciente en Alepo representa cómo el supuesto alto el fuego, que tuvo lugar desde finales de febrero, parece estar colapsando. Aunque la propia organización de Al-Qaeda no es parte en el pacto, la violencia que está matando a tantos civiles es en gran parte una consecuencia de la mayor disposición a luchar y de las violaciones al pacto.