Mientras que el número de casos de coronavirus detectados en todo el mundo ya superó los 600.000, China —que fue la primera se vio obligada a enfrentar el brote— ha podido ir logrando contener la propagación, por lo que la vida a lo largo del país va volviendo a la normalidad.
Wuhan, la ciudad china donde se registraron por primera vez los casos de COVID-19 y que durante semanas fue el epicentro del nuevo coronavirus, comenzó a reabrir paulatinamente algunos de sus servicios y transportes públicos este sábado, tras 65 días de aislamiento casi total.
Los 11 millones de habitantes de Wuhan habían sido sometidos a un confinamiento muy estricto a mediados de enero.
Las medidas de aislamiento se implementaron después de que más de 50.000 habitantes de esta ciudad resultaron infectados por el COVID-19.
Por este confinamiento, los vecinos fueron obligados a quedarse en casa, el ejército impuso controles a la salida y en la ciudad conocida por su movimiento comercial sufrió un cambio de vida radical, debido a las medidas preventivas empleadas para drenar la pandemia.
Luego de que los reportes oficiales revelaran que la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan, registrara menos de 20 casos en la última semana, el Gobierno de China decidió suavizar las restricciones.
A partir de este sábado los trenes pueden entrar en la estación de la ciudad. Los visitantes pueden llegar, pero no salir, como está establecido hasta el 8 de abril, en principio.
Las estaciones de tren y los aeropuertos de la provincia ya empezaron a funcionar gradualmente a principios de semana. Las líneas de autobuses de transporte público también reanudaron su servicios en 144 rutas.
Mientras que siete de las nueve líneas del metro, con más de 180 estaciones, equipadas con escáneres térmicos, dieron la bienvenida este sábado a sus primeros pasajeros, quienes están obligados a usar mascarillas.
Se espera que algunos centros comerciales abrirán sus puertas la próxima semana.
Por su parte, los bancos ya reabrieron sus puertas, y los autobuses vuelven a circular,»aunque la recomendación oficial es que los residentes eviten trayectos innecesarios«, señaló la agencia AFP.
La orden para las autoridades es impedir un nuevo pico de infecciones cuando la gente regrese a trabajar en Hubei o migre a otras provincias. Se toma la temperatura a los viajeros y se les obliga a usar aplicativos en sus teléfonos que rastrean sus historias clínicas y sus viajes a zonas de riesgo.
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