A pocos días de cumplirse 6 meses desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró la Covid-19 una emergencia de salud pública de preocupación internacional -es decir una pandemia–, el virus sigue acelerándose, aseveró el director general del organismo Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien recordó que se requiere determinación y voluntad para tomar decisiones difíciles con la finalidad de mantener la seguridad de todos.
“Cuando se declaró una emergencia de salud pública de preocupación internacional, el 30 de enero, el nivel más alto de alarma bajo el Derecho Internacional, hubo menos de 100 casos COVID19 fuera de China, y no hubo muertes”, dijo Tedros en su comparecencia semanal.
A seis meses de esa declaratoria, hay “casi 16 millones de casos reportados a la OMS, y más de 640,000 muertes”, y advirtió que “la pandemia sigue acelerándose”, publicaron agencias de noticias.
Ghebreyesus recordó que esta es la sexta vez que se declara una emergencia sanitaria mundial, bajo el reglamento sanitario internacional.
La Covid-19 ha cambiado el mundo, expresó Tedros. “Ha unido a personas, comunidades y naciones, y los ha separado. Ha demostrado de lo que son capaces los humanos, tanto positiva como negativamente”.
Sin embargo, a pesar de esos cambios, los pilares fundamentales para dar respuesta a la Covid-19, no.
“El liderazgo político, la información, involucrar y escuchar a las comunidades”, siguen vigentes dijo Tedros, que además manifestó que “tampoco se tiene las medidas básicas necesarias para suprimir la transmisión y salvar vidas: encontrar, aislar, evaluar y atender casos; rastreas y poner en cuarentena a sus contactos”.
Tedros destacó que, para detener el virus, se requiere determinación y la voluntad de tomar decisiones difíciles para mantenernos seguros y a los demás.
Reiteró nuevamente: “manténgase alejado de los demás, lávese las manos, evite áreas abarrotadas y cerradas, y use una máscara donde se lo recomiende. Cuando se siguen estas medidas, los casos disminuyen. Donde no se siguen, los casos suben”.
“Los países y comunidades que han seguido este consejo cuidadosa y consistentemente lo han hecho bien, ya sea para prevenir brotes a gran escala, como Camboya, Nueva Zelanda, Ruanda, Tailandia, Vietnam y el Pacífico y las islas del Caribe, o para controlar grandes brotes, como Canadá, China, Alemania y Corea del Sur “, reseñó el director de la OMS.
La conclusión es que uno de los ingredientes fundamentales para detener este virus es la determinación y la voluntad de tomar decisiones difíciles para mantenernos seguros entre nosotros, insistió.
Destacó la labor de los trabajadores de la OMS durante estos seis meses, en la preparación de las respuestas a la pandemia, y dijo sentirse orgulloso de ellos.
Los primero casos en China
A pocos días de conocerse los primeros casos en China, la OMS publicó una guía que instruía en cómo encontrar, evaluar, tratar los casos y proteger a los trabajadores de la salud, además de convocar a científicos alrededor del mundo para desarrollar una hoja de ruta para la investigación del virus SARS-CoV-2.
“Hemos reunido a miles de expertos de todo el mundo, en muchas disciplinas, para analizar la evidencia en evolución y convertirla en una guía”, expresó .
“Nunca la OMS había producido un volumen tan grande de asesoramiento técnico en tan poco tiempo”, subrayó Tedros, que además resaltó que más de 4 millones de personas se han inscrito en los cursos de capacitación que la organización ofrece a través de una plataforma de aprendizaje en línea.
Resaltó los lanzamientos de Solidarity Trial, una iniciativa para encontrar respuestas rápidas sobre qué terapias son las más efectivas, Solidarity Flights para enviar millones de kits de prueba y toneladas de equipos de protección a todo el mundo, el Fondo de Respuesta Solidaria, que hasta ahora ha movilizado 225 millones de dólares donados por más de 563,000 individuos, compañías y filantropías, así como la movilización de más de mil millones de dólares desde los estados miembros para apoyar a los países.
Y, finalmente, el ACT Accelerator para acelerar el desarrollo, la producción y la distribución equitativa de las vacunas, diagnósticos y terapias para la Covid-19.
“Hemos hecho una cantidad increíble, pero todavía tenemos un largo y difícil camino por delante. Sabemos que los efectos de la pandemia COVID19 se sienten mucho más allá del sufrimiento causado por el virus en sí”, y recordó que este 28 de julio se conmemora el día mundial de la hepatitis, que de acuerdo con estimaciones de la OMS, unas 325 millones de personas en todo el mundo viven con hepatitis tipo B o C, y cada año estos virus matan a aproximadamente 1.3 millones de personas.
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