Al igual que en la región amazónica, los bosques de la cuenca del Congo absorben toneladas de dióxido de carbono (CO2) en árboles y pantanos de turba, que los expertos consideran una forma clave de combatir el calentamiento global
La NASA hizo pública una imagen que permitía visualizar la extensión de los masivos incendios que hoy afectan a la región del África subsahariana. En el mapa se observan miles de puntos rojos que se extienden alrededor del continente, una situación que, a simple vista, parece bastante alarmante.
Los datos del Sistema de Información de Incendios para la Gestión de Recursos de la NASA muestran al menos 6,902 incendios en Angola y 3,395 incendios en la República Democrática del Congo. Para entender la complejidad del asunto, los mismos datos contabilizan en 2.127 los incendios en la Amazonía brasileña.
La alarmante extensión de las llamas ha dejado a muchas personas preguntándose por qué se presta tanta atención al Amazonas, mientras que en la superficie parece que África es presuntamente devastada con más incendios. ¿Serán los incendios en estos dos continentes una coincidencia o provocados por los mismos actores?
Precisamente, el aumento de incendios en la Amazonía ha causado preocupación mundial, pues se trata de una selva tropical que almacena enormes cantidades de dióxido de carbono (CO2) en su ecosistema, es el área terrestre con mayor biodiversidad en la Tierra, y su conservación es esencial para limitar los impactos del calentamiento global.
Qué sucede en el continente africano
En el caso de África, ¿por qué no existe la misma preocupación? Un reportaje de The Independent reseña que en esta región la extensión de los incendios que afectan las áreas forestales no está clara.
Fuentes expertas consultadas por el medio británico sostienen que en las zonas agrícolas de esta región los incendios con fines específicos han sido una parte común de las técnicas agrícolas durante muchos años.
“Los agricultores encienden campos de cultivo para quemar las hierbas sobrantes y las plantas de matorral. Esta quema ayuda a mantener suelos ricos buenos para la agricultura”, reseña The Independent.
De igual manera, la cadena CNN argumenta que los datos satelitales de la NASA no revelan la causa o el tipo de incendio, y eso significaría entonces que las quemas controladas pueden parecer iguales -a la vista- que los incendios forestales.
“A los corresponsales de CNN en Lagos, Nigeria, se les informó que muchos de los incendios en África central -alrededor de Angola y el Congo- son resultado de incendios controlados por los agricultores, y los datos preliminares muestran que el número o la superficie de los incendios puede estar un poco por debajo niveles normales”, reporta el medio.
Qué argumenta la NASA
La NASA, por su parte, concluyó que «la ubicación, la naturaleza generalizada y cantidad de incendios sugieren que el fuego se estableció deliberadamente para administrar la tierra«.
Aunque “incendios como este realmente pueden ayudar a las áreas inmediatas a su alrededor, ya que aumentan la calidad del suelo y lo limpian para que crezcan nuevos cultivos; eso no implica que están exentos de riesgos”, concluye la institución.
En ese sentido, agrega el ente que «si bien el fuego ayuda a mejorar los cultivos y los pastos para el pasto, los incendios también producen humo que degrada la calidad del aire«.
Sobre este aspecto, el medio australiano News Corp coincide pero no en su totalidad. Aunque se intente desestimar el impacto que puede tener el fuego en África, se trata, indudablemente, en una región clave para el clima. “El bosque de la cuenca del Congo se conoce comúnmente como el ‘segundo pulmón verde’ del planeta, después del Amazonas”.
“Los bosques cubren un área de 3.3 millones de kilómetros cuadrados en varios países, incluyendo alrededor de un tercio en la República Democrática del Congo, y el resto en Gabón, Congo, Camerún y África Central”, agrega el medio.
Asimismo, al igual que el Amazonas, los bosques de la cuenca del Congo absorben toneladas de CO2 en árboles y pantanos de turba, que los expertos consideran una forma clave de combatir el calentamiento global. Igualmente, también son santuarios para especies en peligro de extinción.
Expertos se pronuncian sobre esta tragedia
La mayoría de los incendios que se muestran están fuera de las áreas sensibles de la selva tropical, dicen los analistas. Entonces, «la pregunta es hasta qué punto podemos comparar», dijo Philippe Verbelen, un activista forestal de Greenpeace que trabaja en la cuenca del Congo.
En declaraciones a News Corp, Vervelen, sostiene que “el fuego es algo bastante normal en África. Es parte de un ciclo, las personas en la estación seca prendieron fuego a los arbustos en lugar de a la densa y húmeda selva tropical «.
En tanto, Guillaume Lescuyer, experto de África central en el Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agrícola para el Desarrollo de Francia (CIRAD), defiende que los incendios que se ven en las imágenes de la NASA se estaban quemando principalmente fuera de la selva tropical.
El Gobierno de Angola también instó a la cautela, diciendo que las comparaciones rápidas con el Amazonas pueden conducir a una «desinformación de mentes más imprudentes».
«Los incendios fueron habituales al final de la estación seca«, dijo el Ministerio de Medio Ambiente de Angola. «Sucede en esta época del año, en muchas partes de nuestro país, y los agricultores causan incendios con la tierra en su fase de preparación, debido a la proximidad de la temporada de lluvias», aseguró.
Los riesgos son diferentes
Aunque menos publicitados que el Amazonas, los bosques de la cuenca del Congo aún enfrentan peligros. «El bosque arde en África, pero no por las mismas causas«, manifestó Tosi Mpanu Mpanu, embajador y negociador climático de la República Democrática del Congo (RDC), citado por News Corp.
«En el Amazonas, el bosque arde principalmente debido a la sequía y el cambio climático, pero en África central, se debe principalmente a las técnicas agrícolas«, explicó.
Muchos agricultores utilizan la agricultura de tala y quema para limpiar el bosque. Además, en el Congo, por ejemplo, solo 9 % de la población tiene acceso a la electricidad y muchos usan leña para cocinar y obtener energía.
Por ese motivo, el presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, advirtió que las selvas tropicales están amenazadas si el país no mejora su capacidad hidroeléctrica.
Por otro lado, la deforestación también es un riesgo en Gabón y partes del Congo, así como el daño de los proyectos mineros y petroleros.
Algunos países ahora implementan políticas ambientales más estrictas. Gabón, por ejemplo, ha declarado 13 parques nacionales que representan el 11 % de su territorio.
La República Democrática del Congo ha declarado una moratoria sobre las nuevas licencias de tala industrial, pero eso no ha detenido el corte artesanal, que los madereros industriales pueden explotar.
«Necesitamos proteger los bosques que aún están en gran parte intactos y detener la degradación«, señaló Verbelen, de Greenpeace. «Los bosques que aún están intactos siguen siendo un amortiguador importante para el cambio climático futuro».
¿Y la Amazonía qué?
Los incendios allí son provocados por la deforestación para impulsar los agronegocios, un tipo de destrucción completamente diferente. Además, si bien los incendios que ponen en peligro la vida o el medio ambiente siempre son motivo de preocupación, hay varias razones por la cual los incendios en el Amazonas son especialmente preocupantes: esta región alberga el 10 % de las plantas y animales del mundo, así como de allí proviene casi el 20 % del oxígeno producido en la Tierra.
Los científicos advierten que la rápida tasa de deforestación significa que el bosque está cada vez más en riesgo de alcanzar un punto de inflexión en el que grandes extensiones de la selva tropical se degradarán en áreas de sabana seca.
«Tendrían partes extensas del sur y este de la Amazonía y partes del centro convirtiéndose en sabana, y tal vez incluso en condiciones más secas», dijo el profesor Thomas Lovejoy, de la Universidad George Mason, a The Independent.
Los incendios forestales en Brasil también han sido causados en gran medida por la actividad agrícola, ya que los propietarios queman rastrojos después de la cosecha, usan técnicas de tala y tala ilegal para crear tierras para cultivos o cría de carne, o han llevado a cabo la tala para aumentar el valor de la tierra.
En la Amazonía, la tasa de deforestación en julio pasado alcanzó las 870 millas cuadradas, o alrededor de cinco campos de fútbol cada minuto.
Sobre ello, Carlos Nobre, investigador de la Universidad de São Paulo, dijo a The Guardian que la deforestación estaba en camino de aumentar entre 20 % y 30 % este año.
Qué hay de diferente entre ambos incendios masivos
Al respecto, Richard Black, director de la Unidad de Inteligencia Energética y Climática -organización sin fines de lucro que apoya el debate sobre temas de energía y cambio climático en Reino Unido- asegura que “es difícil evaluar si los incendios en África representan problemas similares a los que actualmente afectan a la Amazonía”.
En entrevista con The Independent sostuvo que “claramente, tanto en la Amazonía como en el Congo, la quema por parte de pequeños agricultores es una forma de vida. Lo que es diferente es el aumento en la Amazonía este año, casi el doble que un año atrás».
«El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, parece alentar esto, pero no he visto ninguna evidencia de esto en ninguno de los países [africanos], creo que es una diferencia clave», enfatizó.
Los datos de la NASA también muestran que los incendios están afectando partes de la Amazonía fuera de Brasil, en otros ocho países sudamericanos.
Asimismo, miles de incendios también están ardiendo en Indonesia. “Existen los tres grandes bosques tropicales. El Amazonas, el Congo e Indonesia y Borneo. Todos son muy importantes, y en todos ellos en los últimos 20 años hemos visto incendios forestales realmente destructivos«, culminó Black.