Los militares de países extranjeros que haya acudido a Siria sin invitación o el permiso del Gobierno sirio «son invasores», bien se trate de «estadounidenses, turcos o de cualquier otro país», ha declarado el presidente sirio, Bashar al Assad, en una entrevista con el canal chino Phoenix publicada por la agencia SANA. Damasco no cree esta esta «invasión» extranjera «ayude», indicó.
Al Assad se mostró crítico con Washington, porque, según dijo, perdió «casi todas las guerras», como las de Irak, Somalia, Vietnam y Afganistán, y no ha tenido éxito «en ningún lugar al que han enviado tropas». «Solo crean un desastre, son muy buenos en crear problemas y en destruir, pero son muy malos en encontrar soluciones», subrayó.
EE.UU., «sin contacto a nivel formal» con Siria
Pese a que Washington tiene desplegados sus soldados en territorio sirio «sin permiso» de Damasco, «no hay contacto a nivel formal» entre los dos países, confirmó el mandatario en la entrevista. «Incluso sus redadas contra el EI, que son pocas», se llevaron a cabo «sin la cooperación ni la consulta» con las autoridades sirias, recalca Al Assad.
Aunque la retórica principal de la Administración Trump y del mismo presidente se centraba en «la prioridad de derrotar» el movimiento terrorista del Estado Islámico, ni Siria ni Irak, que se enfrentan al mismo enemigo terrorista, ven «nada concreto relacionado con esta retórica», sino solo «un tipo local de redadas». En este sentido, el presidente sirio subrayó que «no se puede lidiar con el terrorismo a escala local», debiendo imponerse una estrategia «integral», que -dijo- «no puede ser parcial o temporal».
En la entrevista, Al Assad también enfatizó que Rusia es el «único» actor que «combate eficazmente» al EI, ya que su aviación colabora con las tropas terrestres de Siria. Además, agregó que Moscú «apoya al Ejército sirio» y no contribuye a la «propagación» de los terroristas.
Solución a la crisis en Siria
Además, el mandatario señaló que se puede alcanzar una solución a la crisis en Siria combinando dos vías simultáneas: «luchar contra los terroristas» para defender a los sirios y «utilizar cualquier medio» para destruir a los yihadistas. Mientras tanto, la segunda vía para la solución del conflicto es la de «dialogar».
Sobre las ciudades que planean arrebatar a los terroristas, Al Assad hizo hincapié en que «la prioridad» es Raqa, bastión del EI, aunque puntualizó que «esto no significa que otras ciudades no sean también prioritarias». Según sus estimaciones, el Ejército sirio «tardará unos meses» en reconquistar Raqa si no se produce «una intervención extranjera».
Aunque el país árabe se encuentra destrozado por las atrocidades de los yihadistas, el presidente sirio encuentra al menos un aspecto positivo en medio de tanta desolación. «Lo bueno que ganamos durante la guerra es la unidad de la sociedad», asegura.
«Oscar a Al Qaeda» por el documental sobre los Cascos Blancos
En la conversación el presidente sirio mostró crítico con la película ‘White Helmets’ (Cascos Blancos), ganadora del Oscar al mejor corto documental, que versa sobra la polémica organización homónima de rescatistas voluntarios en Siria. Aunque los Cascos Blancos se presentan a sí mismos como Defensa Civil Siria, se han visto envueltos en controversias por su involucración en acciones terroristas en este país destrozado por la guerra.
«¡Tenemos que felicitar a [grupo terrorista Frente] Al Nusra por tener su primer Oscar!», ironizó Al Assad, que calificó de «hecho sin precedentes» que Occidente «dé a Al Qaeda un Oscar». Según el mandatario sirio, el polémico documental sobre los Cascos Blancos es «un lifting facial del Frente Al Nusra en Siria para cambiar su fea cara por otra más humanitaria».
En este sentido, el mandatario recalcó que este galardón «es otra prueba de que los Oscars», como los premios Nobel, «son los certificados politizados».