Este jueves, las autoridades de Japón continúan con las labores de rescate de personas desaparecidas tras las inundaciones causadas por las fuertes lluvias, fenómeno que se han cobrado la vida de al menos 199 víctimas. Esta tragedia ha sido la más mortífera desde 1982, año en que un evento similar mató a 300 japoneses.
Según recogen varios medios, que citan al vocero del gobierno Yoshihide Suga, 23 personas están perdidas y unas decenas de ellas -que no califican al estatus de «desaparecidas»- siguen en paradero desconocido.
Las inundaciones registradas en el suroeste de la isla han causado daño a infraestructuras como vías, puentes y viviendas, específicamente en las prefecturas Hiroshima, Ehime y Okayama, esta última visitada por el primer ministro del país, Shinzo Abe, quien suspendió en días recientes un viaje de trabajo por Europa y Medio Oriente.
Se espera que este viernes Abe pase por Ehime para coordinar las labores de socorro y atender a las víctimas, acciones en las que participan -según reseña la Agencia Sputnik- 73.000 efectivos militares, policías y bomberos que se desplazan en 80 helicópteros.
El medio ruso detalla, según informes oficiales, que alrededor de 6.700 personas permanecían la mañana del miércoles en albergues, número que se ha reducido considerablemente en comparación con más de 30.000 evacuados el domingo.
«Unos 244.600 hogares, principalmente en las prefecturas mencionadas seguían sin agua hacia el mediodía, según un informe del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social», indica el medio.