El ministro de Economía y Energía de Alemania, vicecanciller y presidente del Partido Socialdemócrata, Sigmar Gabriel, se refirió al déspota líder de la junta militar que gobierna Egipto, general Abdel Fatah Al-Sisi, como un “mandatario impresionante”.
Las palabras del personero alemán fueron catalogadas por el articulista Johanned Stern del portal WWS como un reflejo del “doble estándar” del país europeo en derechos humanos.
Para Stern, al-Sisi, que tomó el poder por la fuerza en 2013, equivale a la figura del general Augusto Pinochet, cabecilla de la junta militar chilena que gobernó entre 1973 y 1990 dejando a su paso miles de ciudadanos presos, torturados y asesinados.
Un ex director de inteligencia militar bajo Mubarak entrenado en Estados Unidos, al-Sisi es ahora “el gobernante absoluto de una de las dictaduras más brutales del mundo y sepulturera de la revolución egipcia”, indica.
Desde que asumió el mando tras masivas protestas contra el presidente Mohamed Mursi, todos los opositores al régimen han debido correr el riesgo de ser asesinados a manos de las fuerzas de seguridad del jefe militar de El Cairo, o a ser detenidos y torturados.
Según Amnistía Internacional, en los dos primeros años de régimen 41 mil personas han desaparecido y sido llevadas a celdas de tortura. Miles han recibido disparos en manifestaciones y paros convocados por la ciudadanía. La libertad de prensa se ha visto gravemente afectada y los partidos políticos y organizaciones que critican al gobierno son disueltas en masa, mientras que sus líderes, condenados a muerte.
Por mencionar un ejemplo, en agosto de 2013 el Ejército y la policía egipcios barrieron con dos campamentos de opositores al golpe y asesinaron a más de mil personas, incluyendo mujeres y niños. Human Rights Watch describió el incidente como una “masacre”, la “peor matanza en la historia moderna de Egipto”. Desde entonces, el terrorismo de Estado ha aumentado exponencialmente.
Como afirma Stern, semanas antes de la visita del ministro alemán Sigmar Gabriel a El Cairo se conoció la brutal tortura con resultado de muerte sufrida por el estudiante italiano Gulio Regeni en el quinto aniversario de la revolución egipcia.
“Hay fuertes signos de que el propio Al-Sisi estuvo implicado en el asesinato. En base a una fuente anónima del aparato de seguridad egipcio, el periódico italiano La Repubblica informó que la entrega de Regeni a la inteligencia militar fue dispuesta por el ministro del Interior general Abdel Ghaffar junto al asesor de Al-Sisi, Ahmad Jamal Ad-Din. En una conversación posterior relacionada con el cadáver de Regeni, se supo que Al-Sisi estuvo presente”, reporta WSW.
Durante la misma visita de Gabriel, fuerzas egipcias reprimieron protestas contra el reinado del terror de Al-Sisi en Cairo, Guiza e Ismailía, entre otras localidades, usando grandes cantidades de gas.
Las convocatorias tenían por objeto oponerse a la cesión de dos importantes islas estratégicas en el Mar Rojo, Tirán y Sanafire, a los gobernantes de Arabia Saudita. Decenas de miles de personas se tomaron las calles y entonaron cantos usados contra el predecesor de Al-Sisi en 2011, el también tirano Hosni Mubarak.
¿Por qué las autoridades alemanas apoyarían al general egipcio? Johanned Stern contesta: “La respuesta es obvia. El imperialismo alemán, hambriento por exportaciones y materias primas (el ministro de finanzas fue acompañado por 120 representantes del mundo empresarial), tiene enormes intereses en Medio Oriente y el norte de África”.
El vicecanciller Gabriel no dejó en duda que el gobierno alemán pretende apoyar a Al-Sisi más allá de las palabras. Entre otras cosas, prometió “asistencia alemana” en la lucha contra los terroristas – código para referirse a opositores.