Veinticinco personas, incluido un aristócrata alemán de 71 años, un comandante militar retirado y ex diputado de la extrema derecha Alternative für Deutschland (AfD), han sido detenidas en Alemania bajo sospecha de un plan terrorista para derrocar al Estado.
Miles de policías llevaron a cabo una serie de redadas en toda Alemania el miércoles por la mañana en relación con la red de extrema derecha.
Los fiscales federales dijeron que 3.000 oficiales realizaron búsquedas en 130 sitios en 11 de los 16 estados de Alemania contra el grupo, cuyos miembros dijeron que se adherían a un «conglomerado de teorías de conspiración», incluido el culto QAnon y el llamado movimiento de Ciudadanos del Reich.
Los fiscales dijeron que 22 ciudadanos alemanes fueron detenidos bajo sospecha de «pertenencia a una organización terrorista«. Se sospechaba que otros tres detenidos, incluida una ciudadana rusa, apoyaban a la organización, dijeron.
Der Spiegel informó que los lugares buscados incluyeron los cuarteles de la unidad de fuerzas especiales alemanas KSK, en la ciudad suroccidental de Calw. La unidad ha sido examinada en el pasado por la supuesta participación de algunos soldados en la extrema derecha. Los fiscales federales se negaron a confirmar o negar que se registró el cuartel.
Junto con las detenciones en Alemania, los fiscales dijeron que una persona fue detenida en la ciudad austriaca de Kitzbühel y otra en Perugia en Italia.
Los medios alemanes han identificado como los cabecillas del grupo a Heinrich XIII, de 71 años, descendiente de la noble familia Reuß que solía gobernar partes del este de Alemania en el siglo XII, y ex oficial de campo superior en el batallón de paracaidistas del ejército alemán nombrado solo como Rüdiger. Von P.
El año pasado, la pareja fundó una “organización terrorista con el objetivo de derrocar el orden estatal existente en Alemania y reemplazarlo con su propia forma de estado, que ya estaba en proceso de ser fundada”, con Rüdiger von P a cargo de la planificación del golpe militar y Heinrich XIII trazando el futuro orden político de Alemania.
El grupo incluso había comenzado a nominar ministros para un gobierno de transición posterior al golpe, informó el periódico Die Zeit, en el que uno de los sospechosos, la exdiputada de AfD Birgit Malsack-Winkemann, de 58 años, sería ministra federal de Justicia.
El grupo estaba convencido de que la Alemania moderna estaba dirigida por una conspiración de «estado profundo» que estaba a punto de ser expuesta por una alianza de agencias de inteligencia alemanas y militares de estados extranjeros, incluidos Rusia y EE. UU.
“Todo se pondrá patas arriba: los actuales fiscales y jueces, así como los jefes de los departamentos de salud y sus superiores se encontrarán en el banquillo de los acusados en Nuremberg 2.0”, dijo uno de los sospechosos en un mensaje publicado en los minutos de Telegram. antes del comienzo de las redadas del miércoles, informó Die Zeit.
Si bien los sospechosos creían que sus objetivos solo podían lograrse por medios militares y con la fuerza, dijeron los fiscales, no estaba claro si el grupo había logrado acumular algún tipo serio de arsenal.
Varios de los acusados son ex militares y se sospecha que han sacado armas ilegalmente de las existencias del ejército durante sus años de servicio, mientras que otros tienen licencias de armas.
Después de su toma de posesión, el grupo había previsto renegociar los tratados que Alemania firmó después del final de la Segunda Guerra Mundial con los aliados. “Por ahora, la Federación Rusa iba a ser exclusivamente el contacto central para estas negociaciones”, dijeron los fiscales.
Si bien Heinrich XIII había hecho esfuerzos para comunicarse con Moscú, los fiscales dijeron que «no hay indicios de que los contactos reaccionaran positivamente a su enfoque».
Fuente: The Guardian
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