La Nochevieja de Colonia (Alemania) estuvo profundamente sacudida por las agresiones sexuales masivas que un grupo de un centenar de hombres perpetró de forma masiva a varias mujeres que se encontraban en las calles del centro de esta ciudad alemana.
Los medios no tardaron en señalar que la mayoría de los agresores eran extranjeros, y rápidamente se contaminó la información asegurando que se trataba de refugiados procedentes de Siria.
Más de un mes después se empiezan a tener datos de lo ocurrido la última noche de 2015: sólo tres de los 58 detenidos son refugiados de Irak o de Siria, según informó la policía alemana y publicó el diario británico The Independent.
La mayoría de los sospechosos eran de origen argelino o marroquí y tres de ellos eran alemanes, según el fiscal de la acusación Ulrich Bremer. En una entrevista en el periódico alemán Die Welt, Bremer señaló que de las 1.054 denuncias que se hicieron, 600 están conectadas con robos y no con agresiones sexuales.
Tras los abusos, incrementaron los ataques racistas en todo el país y los ciudadanos cambiaron notablemente su percepción sobre la política de puertas abiertas que la canciller Angela Merkel puso en marcha para los solicitantes de asilo. En enero, el Gobierno alemán restringió las leyes de inmigración e incluyó a Argelia, Marruecos y Túnez en una lista de países seguros, por lo que será poco probable que los ciudadanos de esos países consigan asilo.
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