Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos y cabeza de lista de la formación morada a las elecciones de la Comunidad de Madrid, previstas para el próximo 4 de mayo, ha vuelto a ser objeto de amenazas de muerte esta semana, en este caso junto al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.
Los tres recibieron sobres con cartas amenazantes y balas en su interior.
En el escrito dirigido a Marlaska se podía leer: “Tienes 10 días para dimitir. El tiempo de reírte de nosotros se terminó. Policía Nacional, Guardia Civil. El tiempo lo tienes en contra para los taponazos”.
La carta a Gámez fue recibida por su secretaría de y contenía en su interior una nota amenazante anónima con un cartucho del calibre de 7,62 mm.
En el enviado a Iglesias, en cuyo paquete se encontraban también balas, se leían amenazas de muerte contra él y su familia: “Has dejado morir a nuestros padres y abuelos, tu mujer, tus padres y tú estáis sentenciados a la pena capital. Tu tiempo se agota”, reseñó el portal de La Última Hora.
Estos hechos han provocado que salten todas las alarmas y que, tal como explicó el líder de la formación morada, han generado preocupación en el Ministro del Interior por percibirse la intimidación como real y en un tenor serio, lo que ha llevado a la disposición de la causa en los tribunales.
Vox pone en duda las amenazas
Sin embargo, estas amenazas de muerte parecen no haber sido lo suficientemente graves para el Partido Popular y Vox, que decidieron no condenar estos hechos, e incluso ponerlos en duda.
Incluso, Pablo Iglesias debió abandonar un debate electoral de los candidatos a las elecciones en Madrid que tuvo lugar en la Cadena Ser y fue moderado por Àngels Barceló, luego de que la candidata de Vox, Rocío Monasterio pusiera en duda las amenazas de muerte que él mismo denunció.
La cabeza de lista por Vox para las elecciones a la Asamblea de la Comunidad de Madrid manifestó que se creían poco de lo que venía de Iglesias «cada vez que dice algo lo ponemos en duda».
En respuesta, el candidato de Unidas Podemos calificó de «muy graves» la amenazas que recibió y rechazó los comentarios de la ultraderechista .
«No es aceptable que cuando mi padre, mi madre, mi pareja y yo hemos sido amenazados de muerte con 4 balas la candidata de la ultraderecha ponga en duda la veracidad de esas amenazas. Si no se retracta y vosotros permitís que siga en este debate sin retratarse, nosotros lo vamos a abandonar», dijo antes de retirarse.
Complicidad de los medios
La complicidad y actuación de algunos medios frente a las amenazas también han sido motivos de críticas, ya que por un lado decidieron no reseñarlas en sus portadas y por el otro referirse al incidente del debate dejando de lado la condena a las expresiones de la candidata ultraderechista.
La emisora de radio del Grupo PRISA , a cargo del debate, pretendió seguir desarrollando la actividad con normalidad y así fue durante media hora. Sin embargo, los cabezas de lista del PSOE, Ángel Gabilondo, y de Más Madrid, Mónica García, acabaron negándose también a seguir compartiendo espacio con el partido ultraderechista, con las redes sociales convertidas en un clamor contra Vox y la SER, que acabó viéndose obligada a dar por finalizado el debate.
Mientras tanto, el PP de la Comunidad de Madrid tuiteaba “Iglesias, cierra al salir. 4 de mayo”, un mensaje que fue que borrado poco tiempo después, cuando las redes explotaron contra el partido de Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso por su apoyo a Vox.
Otro caso a destacar es el del canal de televisión Antena 3, que decidió referirse al supuesto “beneficio” electoral que la formación morada sacaría de la “victimización”, en palabras de la propia periodista y presentadora Susanna Griso, quien no ha dudado en establecer una comparativa con los disturbios arengados por Santiago Abascal –que se saltó el cordón policial y provocó cargas, incluso, contra periodistas– en el madrileño barrio de Vallecas, reseñó de La Última Hora.
Este mismo discurso también se evidenció en la televisión pública madrileña, donde los tertualianos del programa 120 minutos de Telemadrid hicieron alusión a lo acontecido en el debate como “bufonería”.
Escalada de amenazas
Desde La Última Hora recuerdan que las amenazas contra Iglesias, Marlaska y Gámez son parte de una escalada de violencia contra líderes de Unidas Podemos y del PSOE.
Cabe destacar que el año pasado salió a la luz un vídeo por redes en el que un exmilitar residente en Málaga efectuaba una serie de disparos con una escopeta de repetición del calibre 12 contra una serie de siluetas metálicas abatibles que tenían colocadas unas fotografías del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; del entonces vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias; del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska; de la ministra de Igualdad, Irene Montero; y del diputado de Unidas Podemos Pablo Echenique.
Mientras que el tirador abatía las siluetas con las fotografías de los dirigentes políticos, otra persona no identificada gritaba «sentencia», mientras el investigado hacía una peineta a cámara.
Aunque se abrió una investigación judicial, en junio pasado la Audiencia Nacional archivó la causa y señaló que no hubo premeditación, que el hombre estaba arrepentido y que lo hizo «por pasar el rato y matar el tiempo».
El pasado verano, la casa familiar de Pablo Iglesias e Irene Montero sufrió durante más de 6 meses el acoso de la ultraderecha que incluso grabó en el interior de la vivienda en la que viven sus tres hijos menores de edad. Los cabecillas del movimiento son conocidos miembros relacionados con la extrema derecha, como Miguel Frontera, sobre el que actualmente ostenta una orden cautelar de alejamiento por haber hallado el juez indicios de varios delitos, quien fue el principal organizador de estas concentraciones y que se define como simpatizante y votante de Vox, o Francisco Zugasti, quien detenido a finales del pasado año frente al domicilio de Montero e Iglesias al atacar a la Guardia Civil, por lo que ha sido condenado por un delito de atentado contra la autoridad a 7 meses de cárcel.
Asimismo, hace escasas semanas, la sede de Podemos en la ciudad de Cartagena fue atacada con explosivos que, aunque no provocaron daños personales ya que, por casualidad, las oficinas murcianas del partido morado se encontraban en ese momento vacías. Hecho por el que aún no se ha detenido ni identificado a un solo responsable por parte de las autoridades policiales.
“Todos estos ataques, la pasividad en la búsqueda de culpables por parte de las autoridades y el blanqueamiento o silencio de los medios, ha tenido como resultado varios escándalos de gran calibre, como los protagonizados por altos mandos militares, donde no solo llegaron a hablar de “asesinar a 26 millones de españoles”, la mitad del país que consideran de izquierdas, en un chat de WhatsApp cuya causa Fiscalía ha archivado recientemente, sino que dirigieron una misiva al actual monarca, Felipe VI, alentando al golpe de Estado, o emitieron comunicados públicos firmados por miembros de Vox que actualmente se sientan en el Congreso de los Diputados”, planteó La Última Hora.
Plan para satanizar a Unidas Podemos
Unidas Podemos nació en 2014 como un partido que reventó las encuestas electorales y que irrumpió en 2015 en el Congreso de los Diputados con 69 diputados, a escasos escaños de hacerse con la hegemonía de la izquierda y de desplazar al PSOE.
Desde entonces la agrupación morada ha sido el centro de ataques perpetrados por los grandes medios al servicio de los intereses de la derecha y los grandes capitales.
Basta recordar que los laboratorios de la derecha inventaron informes policiales que fueron remitidos a periodistas que, sabiendo que eran falsos, los publicaron para que la gente creyese que Podemos se había financiado de forma irregular con dinero procedente del gobierno venezolano.
«Casi en una veintena de ocasiones se han archivado denuncias sobre una supuesta financiación irregular de Podemos. Los medios que abrían a toda página, a toda televisión, o a toda radio con el informe policial falso, luego, cuando la denuncia era archivada, no dedicaban ni un breve«, recordó Raúl Solís en un artículo para La Última Hora, en el que planteó que las amenazas y las balas enviadas a Pablo Iglesias tienen nombres y apellidos de periodistas y llevan también el nombre de periódicos, emisoras de radio y televisiones, que forman parte de un complot para generar odio contra Podemos y sus representantes.
«Lo que se hace con Podemos en los medios no es un enfoque, no es pluralismo, es un plan para diabolizar una opción política. El periodismo debe tener las vías lo suficientemente anchas para que entren todos los enfoques y todas las líneas editoriales, pero nunca debería admitir la mentira. El único límite del periodismo debería ser la mentira. A este periódico y a mí mismo nos podrán acusar de no ser neutrales, que no lo somos y no nos escondemos, pero nunca nos podrán decir que mentimos», argumentó.
«El odio contra los líderes de Unidas Podemos no lo han generado los ciudadanos que odian a Unidas Podemos, sino unos medios de comunicación que han roto todos los límites del código deontológico para derribar al único partido político que en 40 años tiene fuerza electoral para modificar los pactos antidemocráticos de las élites que han dado lugar a que un 30% de la población española viva en situación de pobreza», subrayó.
A juicio de Solís, existe un sector de la población, también un sector de la progresía en búsqueda constante de estatus, que ha decidido comprar todos los mensajes de odio contra Unidas Podemos» porque les importa más su posición que la verdad y la justicia social».
«La población que ha inoculado el odio contra Iglesias en realidad es víctima, ha sido envenenada por unos medios de comunicación convertidos en brazos mediáticos del poder económico que tiene como objetivo diabolizar a Pablo Iglesias porque representa la modernización y democratización de nuestro país, justo lo contrario que defienden los dueños de España desde el siglo XIX», planteó.
«Antes de una bala hay muchas horas de tertulias en televisión y radio, muchos editoriales odiosos y muchos reportajes en periódicos que tienen intención de deshumanizar a actores políticos legítimos que cuentan con el voto de millones de personas. En realidad, el odio contra Podemos no es más que la reacción de los privilegiados y sus portavoces contra el único proyecto que tiene en el centro medidas contra la desigualdad económica y que quiere revertir la ruptura de los pactos sociales», afirmó.
Clima de impunidad para la ultraderecha
A través de un editorial, La Última Hora alertó que en España se está instalando un clima de impunidad alrededor de los ultraderechistas y fascistas inmersos en una escalada de terror que pretende que quienes basan su actividad política en el compromiso con los más débiles se vean obligados a dejar de hacer política.
Sin embargo, insistió en la necesidad de “decirles basta, a ellos y a quienes están instalando ese clima de impunidad”.
“Las de este 4 de mayo no son unas elecciones más, y ellos lo saben. Ese día se elegirá quién ocupará la Presidencia de la Comunidad de Madrid durante los próximos dos años, pero se elegirá también, y sobre todo, entre democracia y fascismo, y la respuesta debe ser lo más contundente posible, porque están en juego las libertades. Convertir también ese día en una jornada de movilización antifascista y enfrentar nuestros votos a sus balas es una exigencia democrática, porque es imposible ser demócrata sin ser antifascista”, afirmó el equipo de La Última Hora.