Casi 18 mil personas han muerto desde el año 2011 en cárceles del régimen sirio a causa de torturas o malos tratos, denunció hoy la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI).
Según cálculos de AI, 17.723 personas murieron en prisión entre marzo de 2011, cuando estalló la guerra civil siria, y diciembre de 2015. Cada mes mueren como promedio 300 personas encarceladas, agregó la organización con sede en londres.
La organización recoge en un informe los testimonios de decenas de presos que sobrevivieron a las torturas y que denunciaron abusos y condiciones inhumanas en las cárceles gestionadas por las agencias turcas de seguridad, especialmente en la tenebrosa prisión militar Saydnaya, en la periferia de Damasco. «Nos trataban como animales. Ellos querían convertirnos en personas de lo más inhumanas», dijo a AI un ex preso llamado Samer.
La mayoría de los supervivientes afirmaron haber visto morir otros presos y que tenían que vivir junto a sus cadáveres. Los ex presos dijeron haber sido víctimas de métodos de tortura como graves palizas, violación, choques eléctricos y la extracción de uñas de las manos y los pies. Otros aseguraron haber sido escaldados con agua hirviendo y quemados con cigarros.
«Durante décadas, las fuerzas del Gobierno sirio han usado la tortura como un instrumento para machacar a los opositores», dijo Philip Luther, director del programa de Amnistía Internacional para Medio Oriente y el Norte de µfrica.
«Actualmente, (ese programa) se está implementando como parte de un ataque sistemático y extendido a cualquier persona sospechosa de estar opuesta al Gobierno en el seno de la población civil», agregó Luhter, quien calificó los malos tratos a los prisioneros como «crímenes de lesa humanidad».