Arabia Saudí sigue ejecutando a destajo sin ningún reproche de las democracias occidentales

Las autoridades de Arabia Saudí ejecutaron este miércoles a cuatro presos condenados a muerte en distintas ciudades del país, lo que eleva a unos 130 el número de penas aplicadas en lo que va de 2015, una drástica subida con respecto a los datos de años anteriores.

Tres de los presos eran ciudadanos saudíes condenados por delitos de asesinato. Las autoridades llevaron a cabo estas ejecuciones en las provincias de Asir y Al Baha y en la ciudad de Taif.

Por otra parte, también se ha confirmado la muerte de un hombre sirio en la provincia de Al Jawf, en el norte del país. Este reo había sido condenado por la Justicia saudí por tráfico de drogas.

La falta de información pública complica la elaboración de un registro de penas de muerte, pero las organizaciones pro Derechos Humanos coinciden en señalar que, en 2014, Arabia Saudí fue el tercer país con más ejecuciones, sólo por detrás de China e Irán. A pesar de las continuadas denuncias por parte de diversas ONG, ninguna democracia occidental ha censurado estos asesinatos. Sin embargo, sus líderes sí han reprobado en numerosas ocasiones la represión en Cuba o Venezuela.

La monarquía española incluso visita asiduamente Arabia Saudí, primer productor de petróleo del mundo y segundo suministrador de crudo de España. De hecho, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez, y el viceministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, Nizar Ben Obaid Madani, constataron el «excelente» momento de sus relaciones bilaterales tras reunirse hace menos de un mes en Madrid.

Hace un año, ambos países acordaron impulsar los acuerdos sobre Defensa y crearon «un grupo de diálogo estratégico«. De 2003 a 2014, España ha exportado armas a este país por valor de 725 millones de euros. El Gobierno justifica esta venta porque «hay garantías del uso final«, según consta en una respuesta parlamentaria al diputado de ERC Joan Tardà.

Según Amnistía Internacional (AI), el año pasado el número de ejecuciones rondó las 90, pero el cambio de rey parece haberlas disparado. Desde 1985, más de 2.200 personas han sido ejecutadas en Arabia Saudí, señala la ONG.