Aunque durante la campaña se mostró contrario a expandir los poderes de vigilancia de Estados Unidos, el hoy presidente Donald Trump podría terminar apoyando facultades intrusivas del gobierno federal en internet, escribió el editor del sitio web Another Day In The Empire, Kurt Nimmo.
A través de una columna publicada esta semana en The New York Times, el asesor de Seguridad Interior (Homeland Security) del magnate, Tom Bossert, quien trabajó antes en la administración Bush, pidió reautorizar la Sección 702 de Ley de Vigilancia Extranjera que permite la interceptación de correos electrónicos, mensajes instantáneos, chats de Facebook e historiales de navegación.
En palabras simples, una «directa vulneración de la Cuarta Enmienda» de la Constitución de EEUU, planteó Nimmo.
«Autoridades del gabinete y profesionales de seguridad de distintas agencias prestarán testimonio sobre esta material el (próximo) miércoles», anunció Bossert.
«Trump los apoya en un 100% respecto a la necesidad de reautorizar permanentemente la Sección 702. También funcionarios de las dos administraciones anteriores concuerdan en que no podemos tener un punto ciego en nuestras defensas, simplemente porque un terrorista extranjero, en territorio extranjero, escoge un proveedor de e-mail estadounidense», precisó.
El ex director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), general Keith Alexander, y el presidente del Comité de Inteligencia, Mike Rogers, han señalado que el espionaje de la agencia denunciada por Edward Snowden ha «desbaratado 54 ataques terroristas», datos que han sido cuestionados y que se interpretan más como «propaganda para justificar el estado de vigilancia», indicó Nimmo.
«La NSA y el gobierno plantean que la vigilancia es realizada en el extranjero, pero ello fue descartado luego de una solicitud de Acceso a la Información presentada por la American Civil Liberties Union que mostró que la NSA violó intencionalmente la ley para espiar a ciudadanos estadounidenses», agregó.
En este sentido, la periodista de The Intercept, Jenna McLaughlin, comentó que la no existencia de «ataques terroristas a gran escala de ISIS en EEUU se debe no a la prevención de la comunidad de inteligencia – con la posible excepción de un caso frustrado por la policía local – sino a que éstos no han sido planificados».
Otro testimonio que apunta al uso de dispositivos de vigilancia con fines de persecución política en EEUU lo entregó William Binney, ex analista de la NSA. «Dentro de la NSA, hay un conjunto de personas que… investigan a miembros de la Corte Suprema, el Estado Mayor Conjunto, el Congreso, tanto la Cámara como el Senado, y también la Casa Blanca», reveló en marzo.
Binney opinó que no habrá cambios «mientras no pongamos a estas personas en la cárcel, porque han violado las leyes y la Constitución (de EEUU)… y las leyes de Europa y de todo el mundo».