Talibanes armados irrumpieron el domingo en un edificio de tribunales en el este de Afganistán y mataron a ocho personas, entre ellas un fiscal jefe recién nombrado. Se trató del más reciente de una serie de ataques insurgentes contra empleados judiciales.
El ataque comenzó mientras el fiscal Akram Nejat se dirigía a una ceremonia donde sería presentado en su nueva posición, dijo Nesar Ahmad Abdul Rahimzai,subjefe de la policía de la provincia de Logar.
Un comunicado del Ministerio del Interior precisó que otras 21 personas, entre ellas seis policías, resultaron heridos en el ataque a los juzgados de Puli Alim, la capital provincial.
Los tres atacantes fueron muertos a disparos por las fuerzas de seguridad afganas, añadió el comunicado.
Los talibanes atacan cada vez más al poder judicial desde que el gobierno ejecutó a seis insurgentes condenados el mes pasado. Las ejecuciones significan un endurecimiento del gobierno afgano contra los talibanes después de dos años de esfuerzos fallidos de las autoridades para revivir las conversaciones de paz.
La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán condenó el ataque. En un comunicado, dijo que uno de los muertos era un subfiscal y que tres jueces se encontraban entre los heridos.
En el comunicado, el jefe de la misión, Nicholas Haysom, dijo que exhortó a “las autoridades para que hagan todo lo posible para garantizar una protección adecuada de los funcionarios judiciales y otros civiles que tratan de acceder a las instituciones judiciales”.
“Los funcionarios judiciales y otros civiles no pueden ser considerados combatientes y por lo tanto no deben ser atacados”, opinó.
La semana pasada, cuatro talibanes armados disfrazados con burkas de mujer pero con uniformes militares bajo sus vestidos atentaron contra un edificio judicial en la provincia oriental de Ghazni, matando a cinco civiles y un policía, dijeron funcionarios afganos.