Aún sigue invicto luego de 111 años

Alexander Imich celebró la semana pasada un nuevo cumpleaños. El hombre nacido en Polonia llegó a Estados Unidos en 1952, luego de que fuera condenado a realizar trabajos forzados por no aceptar la ciudadanía soviética tras el término de la Segunda Guerra Mundial. Hoy se encuentra viviendo en la ciudad de Nueva York, con buena salud y el cariño de su familia.

Aún sigue invicto luego de 111 años

Autor: Nicolas Curi

Tres velas con el número uno fueron apagadas la semanada pasada en la celebración del cumpleaños 111 de Alexander Imich. Nacido en Polonia el 4 de febrero de 1903, el Sr. Imich tenía 10 meses de edad cuando los hermanos Wright inventaron el vuelo tripulado de la primera maquina a motor  y cuando en Rusia se produjo la primera escisión entre mencheviques y bolcheviques, hecho que durante su juventud tendría sería incidencia en su vida.

Alexander Imich, (Damon Winter)

Cumpleaños 111 de Alexander Foto: Damon Winter (New York Times)

Cuando tenía 15 años, Alexander y sus amigos se unieron  a las fuerzas polacas para luchar contra los bolcheviques en 1918. Su hermano mayor  fue instructor de la división militar de vehículos, antecedente que permitió su rápida aparición en el ejército polaco. Se desempeñó conduciendo camiones hasta que las fuerzas bolcheviques fueron expulsadas de Polonia. Imich escapó del Holocausto ya que estuvo a momentos de ser abatido.

Imich creció bajo la sombra de una familia de origen judío bien acomodada. Su padre instaló una pista de aterrizaje para los primeros aviadores de la época. “En ese momento el vuelo fue una demostración, un espectáculo. Atrajo gente. Para mí fue la invención más grande de mi vida”, sostuvo Alexander en una entrevista con el diario The New York Times el día de su cumpleaños.

Su primera intención fue convertirse en un capitán de la marina polaca, pero su origen judío generaba fuertes cuestionamientos de sus pares. Ante dicha presión, decidió  estudiar zoología en la Universidad Jagellónica de Cracovia en 1929, pero allí no encontró su lugar. Se cambió a Química donde tempranamente comenzó a realizar investigaciones. Muchas, entre ellas una que realizó a una Matylda S, médium que participaba de sesiones espiritistas y de medicina, se perdieron durante la Segunda Guerra Mundial.

Cruzar el Océano

AImichYoungerSe casó con una amiga de la infancia, pero años más tarde ella lo dejó por otro hombre. No pasó mucho tiempo cuando apareció Wela, mujer que sería su compañera hasta el final de los días. Cuando los nazis invadieron Polonia en 1939, Alexander y Wela huyeron hacia Bialystok, ciudad ubicada al este, pero luego de negarse a aceptar la nacionalidad soviética, ambos fueron enviados a un campo de trabajo.

No pasaron mucho tiempo allí ya que a los pocos meses fueron liberados y trasladados a Samarcanda, ciudad ubicada en Asia Central, que en la actualidad corresponde al territorio de Uzbekistán, debido a que Rusia estaba bajo el flanco alemán.  Fueron regresados a Polonia donde conocieron una gran cantidad de personas, entre ellos familiares, victimas del Holocausto.

En 1951 llegaron a los Estados Unidos. Waterbury, Connecticut fue el lugar escogido por el matrimonio para asentarse. Wela Imich, pintora y psicoterapeuta, abrió un consultorio en Manhattan, pero 35 años después en 1986, la esposa de Alexander fallecería a causa de una enfermedad.

Los secretos de su vida

El matrimonio Imich nunca tuvo hijos. Eso pudo haber ayudado a mantener vivo a Alexander, asegura su pariente más cercano, un sobrino de 84 años. Pero según el propio Sr Imich, su longevidad se debe a los “buenos genes” y a su amor por el atletismo. “Yo era un gimnasta, además de buen corredor, buen nadador, buen saltador y lanzador de jabalina”, afirmó.  El cigarro lo dejó hace mucho tiempo y nunca bebió alcohol.

Siempre comió con moderación. Su inspiración por los monjes místicos orientales que se alimentan de semillas o del sol, fueron de su devoción y contemplación. “Hay algunas personas en India que no comen”, aseguró al periodista estadounidense. Sus asistentes y cuidadoras contaron que Alexander come bolas de masa, pescado relleno, sopa de pollo con fideos, huevos revueltos, chocolate y helado, postre preferido del Sr Imich.

Alenxander Imich, fue reconocido con el record de ser el hombre más longevo del mundo tras la muerte de Arturo Licata (Italia) el 24 de abril pasado, quien alcanzó la edad de 111 años y 357 días. El Grupo de Investigación en Gerontología de Torrance, en California, le dieron la condición de “supercentenario”, clasificación que se otorga a los seres humanos mayores de 110 años. La mayor edad registrada corresponde a Misao Okawa, una japonesa que vivió hasta los 116 años de edad.

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