El Gobierno de Austria anunció este martes que derrumbará la casa donde nació el antiguo dictador nazi Adolf Hitler en la localidad de Braunau am Inn, situada junto a la frontera con Alemania donde el dictador vivió sus primeros tres años de vida . «La casa de Hitler será tirada abajo. El sótano puede quedar, pero encima se construirá un edificio nuevo», dijo el ministro del Interior austríaco, Wolfgang Sobotka, en declaraciones al periódico Die Presse.
«Después, la casa será entregada al municipio de Braunau para fines caritativos o fines oficiales», agregó el ministro, quien cumple así con la recomendación de una comisión de trece expertos que estudió durante meses qué hacer con este edificio.
Según Sobotka, esta misma semana se iniciarán los trámites parlamentarios para darle al derrumbe un marco legal y terminar así con peregrinaciones de la ultraderecha a este lugar. Durante años, la casa había sido alquilada a la propietaria por el Estado austríaco y el municipio de Braunau para evitar que se convirtiera en un santuario neonazi.
En julio pasado, el Gobierno austríaco aprobó una ley para expropiar la casa natal del dictador nazi, un edificio que está bajo protección por tener cimientos del siglo XVII. Una expropiación que pone fin a una larga batalla jurídica con la propietaria, que se había negado a vender el inmueble al Estado.
Sin embargo, según la agencia EFE, algunos expertos criticaron que con un posible derribo Austria pierde la posibilidad de conmemorar su propio pasado nazi.
Sobotka rechazó estas alegaciones y destacó que la república alpina cuenta con una cultura de la memoria que funciona, por ejemplo con el antiguo campo de concentración de Mauthausen, donde fueron asesinadas unas 100.000 personas.
La comisión de expertos estaba compuesta por historiadores, jueces y también era miembro Oslar Deutsch, el presidente de la comunidad judía de Austria, diezmada durante el Holocausto al ser asesinados 65.000 judíos austríacos, mientras que otros 130.000 lograron escaparse.
Hitler nació el 20 de abril de 1889 en la calle Salzburger Vorstadt, 15, de Braunau, pero a las pocas semanas su familia se mudó a otra dirección dentro de la misma ciudad, que finalmente abandonó tres años más tarde. En 1938, tras la anexión de Austria por la Alemania nazi, el edificio fue comprado por Martin Bormann, un estrecho colaborador de Hitler, y los nazis convirtieron el lugar en un «centro cultural».
Después de la guerra, los nazis intentaron hacer estallar el edificio, pero las tropas estadounidenses lo evitaron. En 1952 la familia de los propietarios originales adquirió de nuevo la casa, donde se instaló una biblioteca. Más tarde, los inquilinos de la casa fueron una escuela, un banco, un instituto técnico y hasta 2001 un hogar para jóvenes discapacitados.
Desde entonces, la casa estaba vacía y necesita una renovación profunda. El Estado austríaco y el municipio de Braunau pagaban a la dueña 4.700 euros (5.200 dólares) mensuales de alquiler para evitar un uso no deseado del lugar. Ahora, con la expropiación decidida por ley en julio, el Estado austríaco deberá indemnizar a la propietaria.