El confinamiento al que ha sido sometida la población ha paralizado una gran parte del sistema productivo y financiero del mundo, esta realidad, según el Banco Mundial (BM) dejará cicatrices en la economía mundial, debilitando la inversión, la innovación, el empleo, la educación, el comercio, las cadenas de suministro y el consumo, así lo señaló el organismo en un análisis sobre la crisis.
Países con mercados emergentes y economías en desarrollo (EMDE) experimentarán una desaceleración de varias décadas en materia de crecimiento y productividad.
El informe no es alentador para ningún sector, al precisar que el capital humano estará a merced del desempleo. De igual forma, hacen referencia a que los vínculos comerciales y las cadenas de suministro pueden quedar permanentemente dañados.
Afirman que se pueden registrar patrones de comportamiento, en los que se observará un consumo de servicios más cauteloso por parte de la población.
Igualmente, se detalló que las EMDE que tienen sistemas de salud débiles y aquellos que dependen en gran medida del comercio mundial, el turismo o las remesas del exterior, así como aquellos que dependen de las exportaciones de productos básicos, serán particularmente afectados con recesiones.
«En el EMDE promedio, en un horizonte de cinco años, una recesión combinada con una crisis financiera podría reducir la producción potencial en casi un ocho por ciento, mientras que en el exportador promedio de energía EMDE, una recesión combinada con una caída del precio del petróleo podría reducir la producción potencial en 11 por ciento «, difundió el Banco Mundial.
Los cierres económicos por la COVID-19 fueron catalogados por el presidente del Grupo del Banco Mundial, David Malpass, como un devastador para los pobres en todo el mundo, «No tiene precedente en los tiempos modernos», dijo en una nota que acompañó el informe.
«Las estimaciones actuales muestran que 60 millones de personas podrían verse empujadas a la pobreza extrema en 2020.
Entre los desafíos para los próximos años se encuentra el financiamiento y la construcción de infraestructura productiva, «Necesitamos ver medidas para acelerar los litigios y la resolución de quiebras y reformar los costosos subsidios, monopolios y empresas estatales protegidas que han frenado el desarrollo», precisó Malpass.
Con información de Sputnik
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