Bolsonaro se presenta ante Trump: La carta norteamericana para tomar el control de América Latina

La reunión entre Trump y Bolsonaro se realizará en la Casa Blanca; y más allá de los asuntos bilaterales que deberían abordar ambos mandatarios, el eje del encuentro será “Venezuela” y las estrategias que aplica Washington para dar fin al gobierno del presidente Nicolás Maduro

Bolsonaro se presenta ante Trump: La carta norteamericana para tomar el control de América Latina

Autor: Ronald Ángel

Este martes -19 de marzo de 2019- se realizará la primera reunión oficial entre los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro, y de los Estados Unidos (EEUU), Donald Trump. Ya el ultraderechista brasileño, quien se declara admirador del magnate estadounidense y lo considera un “ejemplo” a seguir, se encuentra en territorio norteamericano desde este domingo 17 cuando arribó a la ciudad de Washington.

“Por primera vez en mucho tiempo, un presidente brasileño que no es antiestadounidense llega a Washington. Es el inicio de una asociación por la libertad y la prosperidad, como los brasileños siempre han deseado”, dijo el titular brasileño a través de la red social Twitter.

La reunión entre Trump y Bolsonaro se realizará en la Casa Blanca; y más allá de los asuntos bilaterales que deberían abordar ambos mandatarios, el eje del encuentro será “Venezuela” y las estrategias que aplica Washington para dar fin al gobierno del presidente Nicolás Maduro, entre ellas: promover el Estado paralelo para intentar darle fuerza a la figura de Juan Guaidó como “presidente interino” por la supuesta “usurpación” del mandatario venezolano, todo falsamente argumentado con base en mentiras y manipulaciones sin sustento legal que violan la Constitución Bolivariana.

Otros de los puntos a tratar entre Bolsonaro y Trump, son los intereses reales que tiene la Casa Blanca en el gigante suramericano como la industria militar, armas, tecnológica, aeroespacial, alimentos, agroquímicos y lo más preocupante, las enormes riquezas minerales y naturales que ofrece el Amazonas brasileño.

En este momento, Bolsonaro se encuentra alojado en Blair House, palacio que forma parte del complejo de la Casa Blanca, mientras en Brasil se quedó a cargo el vicepresidente Hamilton Mourão, un defensor de la dictadura militar que reinó en Brasil y que torturó, desapareció y asesinó a miles de ciudadanos.

De acuerdo a Bolsonaro, la unión de dos gobiernos -con presidentes xenófobos, racistas y misógenos como lo son él y Trump- “asustan a los defensores del atraso y de la tiranía alrededor del mundo”, en referencia a Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia y México.

Pero aunque pareciera similar la postura de Bolsonaro y Trump, al punto de llegar a ser casi un lacayo, su servilismo -por ahora- no aprueba una invasión militar de tropas brasileñas aliadas a EEUU para atacar a Venezuela.

Esta posición que difiere a la de Trump, quien de manera reiterada habla de tener “todas las opciones sobre la mesa” -incluyendo la invasión militar- para derrocar las instituciones democráticas en Venezuela y su orden legal, parece ser más recatada por parte de Bolsonaro, pero no necesariamente porque no esté de acuerdo con el jefe de la Casa Blanca sino porque existe una gran presión dentro de la fuerza armada brasileña y sus tropas, que están negadas a ejecutar una acción bélica contra sus vecinos.

Bolsonaro TRUMP

En Brasil, una gran parte de la población se ha mostrado en contra de la postura pro-estadounidense de Bolsonaro y su servilismo a Trump

La visita de Bolsonaro (63 años) a Trump (72), que rompe con la tradición presidencial de que el jefe de Estado realiza su primera visita oficial a Argentina, también se traduce en cómo será la política exterior del ultraderechista, siempre proclive a mirar al Norte por encima de sus vecinos del sur y el resto de Latinoamérica y el Caribe.

Para Rubens Barbosa, quien fue embajador de Brasil en Washington entre 1999 y 2004, entrevistado por el diario El País de España, esta postura de Bolsonaro no sorprende, pues durante su campaña había prometido “que la prioridad sería la relación con Estados Unidos. Ahora cumple lo que prometió”.

Para el diplomático, la agenda Trump-Bolsonaro se centrará en “los siguientes pasos en la estrategia para forzar a Nicolás Maduro a abandonar el poder en Venezuela”, un objetivo en el que ambos “están de acuerdo”, pero “discrepan en los medios”, pues “Brasil no quiere una intervención militar”.

Actualmente la frontera de Brasil y Venezuela, países que comparten alrededor de 2.100 kilómetros de línea fronteriza, se encuentra cerrada desde hace tres semanas, cuando el gobierno venezolano decidió evitar una invasión de grupos armados paramilitares promovidos por los gobiernos de EEUU, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay, Guatemala, Perú, Argentina, entre otros, bajo el falso argumento de introducir a la fuerza “ayuda humanitaria”.

Bolsonaro Trump

Trump buscará que Bolsonaro aumente la presión económica, política y diplomática contra Venezuela para derrocar al presidente Maduro

¿Qué más busca Bolsonaro en la Casa Blanca?

A primera hora de este lunes -18 de marzo- Bolsonaro sostuvo una reunión privada con los más altos representantes de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés). La información la confirmó su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro, quien se encuentra en Washington unos días antes que llegara su padre.

De acuerdo a la información publicada en la red social Twitter por el hijo de Bolsonaro, el presidente brasileño habló sobre temas de la región -seguramente Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia y México-, lo que hace ver que más allá de una agenda bilateral entre ambos países, está ratificar a Brasil como un gobierno satélite a los intereses estadounidenses y aliado logístico para sus propósitos.

Paralelamente, Eduardo Bolsonaro -antes de la llegada de su padre- sostuvo una reunión el pasado sábado 16 de marzo con el extremista de derecha y supremacista blanco, Steve Bannon, quien fue antiguo miembro de Consejo de Seguridad de la Casa Blanca y que fue botado por Trump en 2017.

Bannon, quien es un ejecutivo de medios y redes sociales, político, banquero, inversionista y ex presidente ejecutivo de Breitbart News, se desempeñó como estratega jefe de la Casa Blanca en la administración de Trump desde el 20 de enero de 2017 hasta el 18 de agosto del mismo año.

La reunión entre el hijo de Bolsonaro y Bannon se dio como agenda previa a un encuentro que seguramente sostendrá el presidente de Brasil con el exasesor de Trump. Algo que según los medios tradicionales norteamericanos no es bien visto por la Casa Blanca.

Sin embargo, Trump y Bolsonaro siguen coincidiendo en temas duros como las políticas antiinmigrantes y las políticas globales en relación al cambio climático. Es decir, son más proclives a que se aúpe la intervención del hombre contra reservas medioambientales declaradas patrimonio de la humanidad, el Amazonas es uno de ellos.

Además, Bolsonaro quien llegó la tarde de este domingo a la Base Aérea de Andrews, en Washington, tiene previsto, según informó la Agencia de Noticias oficial de Brasil, firmar con Trump el Acuerdo de Salvaguardas Tecnológicas, un documento que permitirá el uso comercial -por parte de los estadounidenses- de la base de lanzamientos aeroespaciales de Alcántara, en Maranhão, Brasil.

De acuerdo a Agencia Brasil, «la Base de Alcántara es reconocida internacionalmente como punto estratégico para el lanzamiento de cohetes, por estar ubicada en latitud privilegiada de la zona ecuatorial, lo que permite el uso máximo de la rotación de la Tierra para impulsar los lanzamientos».

Además, según la Agencia Espacial Brasileña (AEB), el uso de la base brasileña puede significar una reducción del 30% en la utilización de combustible, en comparación con otros lugares de lanzamientos en latitudes más altas.

Base Aérea Alcantara, Brasil

En definitiva, ¿Bolsonaro podrá acercarse a EEUU?

Para Bolsonaro, quien viaja acompañado de seis ministros: Ernesto Araújo (Relaciones Exteriores), Paulo Guedes (Economía), Sergio Moro (Justicia y Seguridad Pública), Augusto Heleno (Seguridad Institucional), Tereza Cristina (Agricultura) y Ricardo Salles (Medio Ambiente), el gran obstáculo para estrechar las relaciones con EEUU son las evidentes tensiones entre las distintas almas que cohabitan en el Gobierno de Brasil.

Así lo explica explica Oliver Stuenkel, profesor adjunto de Relaciones Internacionales en la Fundación Getúlio Vargas, en una entrevista a El País, quien indica que la situación dentro del gobierno es la siguiente: “Está el grupo antiglobalista, que controla el mundo de las redes y el ciclo mediático: propone mucho pero hace poco. Luego, los militares, que no crean muchas iniciativas, pero sí vetan. Y luego están los económicos. Las diferencias entre unos y otros son tan grandes que pueden generar desconfianza” en sus interlocutores porque “no se sabe quién va a ganar las batallas internas”.

De acuerdo a Stuenkel, «los trumpistas del Gobierno» de Bolsonaro son liderados por el ministro de Exteriores, Ernesto Araújo; el vicepresidente Hamilton Mourão, y «el superzar económico», Paulo Guedes. De hecho, comenta que la misma semana en que Bolsonaro -antiguo capitán del Ejército- asumió el poder «se vio un excelente ejemplo de las contradicciones internas y sus efectos», al sugerir en una entrevista que Brasil podría acoger una base estadounidense para contrarrestar la influencia rusa en Venezuela.

«La polémica fue inmediata. Poco tardaron los ministros militares en frenar sus intenciones, que consideraron una violación de la soberanía nacional. Ya nadie menciona la base. Y las promesas de trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén también se han enfriado, como la retórica antiChina, que hace una década sustituyó a EEUU como el principal socio comercial del Brasil», agrega Stuenkel citado por El País.

Bolsonaro

Acatar las órdenes de Trump, es primordial para que EEUU de su apoyo a Bolsonaro

En medio de todo esto, Bolsonaro espera que EEUU apoye a Brasil en la candidatura que presentó en la anterior legislatura para entrar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos​ (OCDE) -que agrupa a los 36 Estados más ricos del planeta-.

Además de conseguir el espaldarazon para entrar en «el club de los países ricos», Bolsonaro espera que Trump lo ayude a finiquitar dos acuerdoser de defensa que permitirían a empresas brasileñas participar en licitaciones del Pentágono -siendo la mayor beneficiaria Embraer-.

También estos acuerdos contemplaría la compra de material militar usado por EEUU «a precios ventajosos»; y empezar a explorar la posibilidad de un acuerdo de libre comercio «que parece bastante improbable en la coyuntura actual», explica Stuenkel.

De acuerdo al despacho de El País, pese a que Trump y Bolsonaro se han lanzado flores por Twitter, la red social por la que ambos prefieren para comunicarse con sus fieles, «la Casa Blanca no ofrecerá al brasileño una cena de gala».

Y es que no todo es color de rosas para Bolsonaro. Más de 14 organizaciones y movimientos sociales se han manifestado en contra de la visita de Jair a la sede del gobierno estadounidense en Washington.

Las protestas contra su presencia se han hecho notar desde el propio domingo, en donde los manifestantes han deplorado su presencia, así como también la exigencia de que liberen al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado sin motivos desde abril de 2018 por el ministro de Justicia de Bolsonaro cuando era juez en el régimen de facto de Michel Temer.

Bolsonaro

Protestas frente a la Casa Blanca en Washington, tras la llegada de Bolsonaro al país norteamericano

A través de pancartas, también exigieron justicia en el caso de Marielle Franco, la concejala y defensora de los derechos humanos de Brasil, quien habría sido asesinada el 14 de marzo de 2018 al salir de una conferencia.

El próximo viaje de Bolsonaro será a Chile del 21 al 23 de marzo. Ahí acudirá a una reunión de gobiernos de ultraderechas forajidos que harán una cumbre de la autodenominada «Prosur», un paralelismo de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur).

Luego de Chile, retornará a Brasil y a finales de marzo volverá a viajar, esta vez a Israel, para devolver la visita al sionista Benjamín Netanyahu. En esa gira, Bolsonaro buscará afianzar la alianza entre los evangélicos y la derecha israelí, una estrategia clave en la actual política exterior brasileña.

Por ahora, queda esperar qué orden saldrá de la Casa Blanca, la CIA, el Pentágono y del propio Trump para que sea acatada por Bolsonaro. Todo ello implica sus negociaciones en Washington. El resto será reflejado en los próximos días con las nuevas acciones y posturas que asuma el presidente ultraderechista brasileño, sobre todo, contra Venezuela y los «enemigos socialistas y comunistas» suramericanos de EEUU y sus gobiernos serviles en la región.

Bolsonaro Trump

«Trumpsonaro», así lo reconocen gran parte de los brasileños

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