El ataque de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (EE.UU.) contra el hospital de Médicos Sin Frontera (MSF) de Kunduz, en Afganistán el pasado 3 de octubre, dejó en total unas 42 víctimas mortales.
La organización precisó este sábado el número de muertos, luego de que anteriormente hubiera informado que hubo alrededor de 30 personas fallecidas y 37 heridas.
Los Médicos Sin Fronteras realizaron una investigación exhaustiva, que les permitió, pese a la destrucción de los una serie de archivos médicos, determinar la muerte de 14 funcionarios del hospital, 24 pacientes y cuatro ayudantes.
El dato→ Como “un error” calificó el Departamento de Defensa de los Estados Unidos (EE.UU.) el bombardeo contra el hospital de la organización Médicos Sin Fronteras.
En contexto
En el centro hospitalario de Kunduz vivían al menos 105 pacientes y 80 miembros del personal, afganos y extranjeros, al momento del bombardeo.
Kunduz es una ciudad afgana arrebatada a los talibanes por el Ejército. Esta localidad ha sido testigo de fuertes combates entre los talibanes y las fuerzas de seguridad afganas.
Los talibanes han dejado claro al Gobierno que no habrá paz en Afganistán sin la salida definitiva de las tropas extranjeras y la disolución de los tratados militares.
La OTAN mantiene aproximadamente cuatro mil militares en Afganistán “en misión de asistencia y capacitación Apoyo Decidido», mientras que Estados Unidos mantiene una operación de combate o «antiterrorista» que incluye a unos nueve mil 800 oficiales.