Al menos 26 personas fallecieron este domingo en una nueva madrugada de bombardeos por parte de Israel contra la Franja de Gaza. El Ministerio de Salud dijo que entre los fallecidos se encuentran diez mujeres y ocho niños y otras 50 personas resultaron heridas en el ataque.
De acuerdo con las autoridades sanitarias palestinas, la cifra de muertos a causa de los bombardeos de la última semana aumentó a 174, reseñó el portal Telesur.
Los ataques israelíes de este domingo consistieron de 50 bombardeos en menos de 15 minutos e incluyeron la destrucción de la residencia familiar del líder del movimiento de resistencia palestino Hamás, Yahya Sinwar.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, responsabilizó el sábado al movimiento Hamás de la escalada de tensión de los últimos seis días.
“No voy a decir cuándo terminaremos y adónde iremos, no tenemos ningún compromiso más allá de nuestros intereses de seguridad […] no importa cuánto tiempo se necesite ni qué medios debamos emplear” la ofensiva contra los palestinos continuará, aseveró Netanyahu.
Ante la escalada de las agresiones entre Israel y Hamás, el Consejo de Seguridad de la ONU analizará este domingo de emergencia la situación en la región.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo el sábado estar «consternado» por las bajas civiles en Gaza y «profundamente afectado» por el ataque de Israel contra las oficinas de medios de comunicación internacionales.
En un intento de justificar el atque del 15 de mayo a la torre Al Jala en la ciudad de Gaza, el ejército israelí afirmó que en el edificio derribado, que albergaba las oficinas de algunos medios de comunicación internacionales como Associated Press y Al Jazeera, había una importante base de Hamás que recogía información para atacar a Israel, fabricaba armas y emplazaba equipos para dificultar las operaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
«Preocupados por la seguridad de los civiles en el edificio, les advertimos sobre nuestro ataque y les dimos tiempo suficiente para una evacuación segura. Hamás y la Yihad Islámica [proscrita en Rusia] aprovecharon este tiempo para sacar material del edificio. Estábamos dispuestos a pagar ese precio para no dañar a ningún civil», aseguró el ejército en Twitter.
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