Brote de ébola en el Congo se agudiza a falta de una respuesta sanitaria acertada

El Gobierno de la República Democrática del Congo reportó un aumento esta semana del número de casos confirmados y probables a causa del virus mortal ébola.

Esta epidemia afecta duramente al país desde agosto de 2018, con un total de 10 brotes del virus que han contaminado varias provincias desde entonces.

El portavoz del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric, informó este miércoles que este brote de ébola es el segundo más grande en la historia de África, tras el registrado en África Occidental entre 2014 y 2016.

Indicó que la enfermedad se ha extendido hacia el sur del país, alcanzando las regiones que se mantienen en conflicto, lo que dificulta las labores de ayuda médica.

Por su parte, el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, explicó a Europa Press que «el brote de ébola ocurre en uno de los escenarios más complejos posibles», ya que factores como la inseguridad en la región y la incredulidad de los habitantes obstaculizan el esfuerzo de los entes que ofrecen ayuda, como es el caso de la Organización Mundial de la Salud.

De hecho, han tenido que suspender las actividades de respuesta, «aumentando el riesgo de que el virus pueda propagarse a las provincias y países vecinos», debido a varios ataques por parte de grupos armados en la zona, que han alcanzado a afectar incluso al personal sanitario.

El riesgo es inminente, pues el control de la epidemia se está dificultando, “son varias epidemias en una”, asegura Lisa Veran, portavoz de Médicos Sin Fronteras (MSF).

Mientras las organizaciones tratan de vigilar y evitar la propagación, la población sigue movilizándose de manera impredecible, como por ejemplo, para trabajar. Mientras, personas no afectadas hacen contacto con otras afectadas o posiblemente enfermas, y complican el proceso de identificación de los casos.

Para contener un brote de ébola es necesario identificar la cadena de transmisión y seguir a los «contactos» y «contactos de contactos», señalan las autoridades.

No es una tarea simple, pues «cada vez que se declara un nuevo foco de la epidemia, se tiene que retomar el contacto con la población, se tienen que gestionar las sesiones de concienciación y promoción de la salud para conseguir que la gente coopere, se tiene que compartir información sobre la transmisión y el tratamiento y los centros de tránsito y tratamiento en marcha. Todo desde cero», aseguró Veran.

Entre el desconocimiento y la desconfianza

La portavoz de MSF aseveró que el desconocimiento del virus normalmente genera «cierta resistencia o desconfianza de la comunidad, que puede tener miedo o mostrarse insegura» a este aterrador padecimiento.

La epidemia inició en la provincia de Kivu Norte y se ha extendido a la vecina Ituri, zonas que se mantienen en conflicto, por lo que el personal de respuesta se ha topado con «focos de desconfianza entre la población afectada«, admite la portavoz.

El problema «se ha visto exacerbado, ya que el este del Congo experimenta un violento conflicto desde hace muchos años y la desconfianza de la población hacia las autoridades está profundamente arraigada», agregó.

Distintas organizaciones, de la mano de las autoridades, trabajan para «convencerlos de la importancia de que las personas enfermas acudan a un centro de salud con un nivel adecuado de control de protección de contagios, y así evitar contagios en instalaciones sanitarias», indicó.

Cifras oficiales

Según los datos oficiales del Ministerio de Salud de la República, con fecha 28 de enero 2019, un total de 743 personas habrían sido infectadas por el virus, 689 de estos casos confirmados y 54 probables. Además, otros 461 habrían fallecido a causa de la enfermedad y 258 se han curado.

Por su parte, la Unicef detalla que el 30 % de estas cifras corresponde a niños.

https://www.elciudadano.cl/mundo/diagnostico-precoz-del-ebola-mejora-la-supervivencia/03/28/

https://www.elciudadano.cl/mundo/la-amenaza-de-los-brotes-del-ebola/05/18/