Cuando pequeñas partículas de arena, arcilla o ceniza se combinan con factores ambientales como el viento y la humedad se produce la calima. Aunque también este fenoméno metereológico puede producirse cuando existen elevados niveles de contaminación o humo por incendios forestales. En España, ocurre el primer escenario descrito, por eso su paisaje se pintó de color naranja y amarillo.
La calima es un escenario al que están acostumbrados en varias ciudades de España, sin embargo, pocas veces se vieron situaciones como la de estos días. El cielo se tiñe de naranja y hay una nube de polvo del Sáhara que envuelve todo. Este martes miles de coches aparcados en la calle amanecieron cubiertos de barro en ciudades como Madrid.
El polvo en suspensión se mezcló con las precipitaciones nocturnas de la borrasca atlántica Celia y provocó una auténtica lluvia de barro durante la madrugada.
La calima que se padece en la Península Ibérica es un fenómeno natural debido al prolvo y arena presentes en el ambiente. Por eso el cielo amanece de color naranja y coches, edificios, calles y parques quedan cubiertos de un manto barro de color marrón.
Durante los próximos días las lluvias de barro podrían repetirse debido al paso de la borrasca Celia que se extiende al interior de la Península.
Es importante saber que el fenómeno de la calima puede causar algunas afectaciones a la salud. La inhalación prolongada de este tipo de partículas puede producir obstrucción nasal, picor de ojos, tos, ataques de asma y problemas respiratorios.
Se tiene documentado que este fenómeno sí llega a algunas partes de México, como Yucatán y Quintana Roo. Llegan después de pasar por España gracias a las corrientes de viento hacia el poniente. Se registran paisajes brumosos y con colores naranjas durante aquellos días.
El polvo del Sáhara que provoca este fenómento es una masa de aire muy seca y cargada de polvo que se forma sobre dicho desierto. Se mueve hacia el Atlántico cada tres a cinco días.
Foto: Agencias