Roy Moore, un republicano que aspira a ocupar un escaño en el Senado estadounidense, fue acusado de abusar sexualmente de una adolescente de 14 años hace casi cuatro décadas, una revelación que llevó a varios líderes del partido, incluido el presidente Trump, a pedir que renuncie a su candidatura.
Moore, de tendencia ultraderechista, es el favorito en las elecciones especiales programadas para el próximo 12 de diciembre en Alabama para decidir el escaño que dejó vacío Jeff Sessions, al convertirse a comienzos de año en el secretario de Justicia de Trump. Según reveló este jueves el diario The Washington Post, una mujer llamada Leigh Corfman, de 53 años, acusa a Moore de abusar de ella en distintos encuentros en 1979, cuando ella tenía 14 años y él 32.
Corfman denunció que Moore, a quien había conocido mientras esperaba a su madre en un juzgado, mantuvo dos encuentros inapropiados con ella, en los que la besó, le tocó por encima de su ropa interior y le hizo tocarle también a él, aunque no llegó a penetrarla.
Asimismo, otras tres mujeres entrevistadas por el periódico aseguraron que Moore trató de seducirlas cuando ellas tenían entre 16 y 18 años y él iniciaba la treintena, aunque no lo acusaron de haberlas forzado a mantener ningún contacto sexual.
El candidato republicano, que ahora tiene 70 años, tachó como «rotundamente falsas» las acusaciones, y las achacó en un comunicado a «un intento desesperado del partido nacional demócrata y del Washington Post de atacar políticamente» a su campaña.
El equipo de Moore añadió en otro comunicado que la «basura» publicada por el Post es «la pura definición de una noticia falsa», y añadió que si las acusaciones fueran ciertas, habrían salido a la luz durante sus otras campañas políticas.
No obstante, el presidente estadounidense, Donald Trump, y varios influyentes senadores republicanos se distanciaron hoy de Moore tras publicarse la información del Post. «El presidente cree que, si estas acusaciones son ciertas, haría bien de retirarse» de la carrera electoral, aseguró la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Las leyes estatales de Alabama no permiten que las boletas de elección se cambien si quedan menos de 76 días para las elecciones, como es el caso, pero sí es posible que un candidato se retire o que el partido estatal solicite que se descalifique su participación. Según el Washington Post, también se permite que los votantes escriban en las papeletas el nombre de otro candidato que no sea ni el republicano ni el demócrata, que en este caso se llama Doug Jones, y que se encuentra «rezagado» en las encuestas.
Eso ha llevado a algunos senadores a sugerir la posibilidad de que los votantes puedan escribir el nombre de Luther Strange, que en septiembre perdió contra Moore en las primarias republicanas para ocupar el escaño y que tenía el respaldo de Trump y del partido.
Moore, un ex juez del Tribunal Supremo de Alabama, es conocido por su polémico uso de la Biblia para interpretar la ley, y está alineado con la llamada «derecha alternativa» radical (alt-right) que propugna el ex estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon.