Cataluña celebra este domingo sus cuartas elecciones autónomas. Un total de 5.624.044 de electores están llamados a ejercer el sufragio, en el proceso en el que se elegirán a los 135 diputados del Parlamento entre un total de 69 candidaturas, informó Telesur.
Las mesas electorales comenzaron a abrir sus puertas a partir de las 9:00 hora local (08:00 GMT) y cerrarán a las 20:00 horas (19:00 GMT).
De acuerdo con la ley electoral si a la hora del cierre queda algún ciudadano dentro del centro o a su entrada también se admitirá su voto.
Previo al inicio de la jornada electoral, el conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalitat de Cataluña, Bernat Solé, expresó su confianza en que todos los colegios electorales se podrán constituir para votar durante este domingo.
Aunque el Partido de los Socialistas por Cataluña (PSC), asociado al gobernante PSOE, encabeza las intenciones de votos, las organizaciones nacionalistas catalanas rechazan a esta organización y no formarán Gobierno con los socialistas.
Las fuerzas independentistas han reafirmado su voluntad de crear un «cordón sanitario» para impedir que el PSC acceda al poder regional.
A través de una videoconferencia, el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, afirmó que si ganan los socialistas se perderá todo lo acumulado durante el proceso de independencia de la comunidad.
Compleja situación
Estas serán las cuartas elecciones autonómicas de Cataluña, desde que hace diez años el entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas. proclamara el inicio de lo que bautizó como “proceso de transición nacional”, el procés en jerga popular, reseñó el diario El País.
Las encuestas no dilucidan si el empate eterno que desde entonces se ha registrado entre independentistas y no independentistas caerá esta vez claramente de uno u otro lado, pero la polarización de la sociedad catalana sigue vigente, ahora con la preocupación por las cicatrices que está dejando la crisis del coronavirus.
Si las encuestas no aclaran qué partido podrá gobernar la Generalitat, sí muestran que el debate territorial ha dejado de ser la prioridad. Lo que dista de mejorar es la valoración sobre la situación política: hasta un 84 % de ciudadanos la califica de mala o muy mala, según el último barómetro del gobierno catalán.
Tres son los partidos que se disputan el primer puesto, según las encuestas: el Partit dels Socialistes (PSC), Esquerra Republicana (ERC) y Junts per Catalunya. Pero quien gane la noche de este domingo no necesariamente gobernará, por los entresijos de pactos que habrá que tejer para lograr una mayoría, acuerdos que están en cuarentena por los vetos cruzados entre partidos y el muro infranqueable que sigue siendo la cuestión independentista.
De ahí el riesgo de que Cataluña continúe empantanada en lo que algunos observadores han calificado de “década perdida” por el bloqueo institucional aparejado al procés, la falta de avances en el autogobierno y la pérdida de empuje económico ante otras comunidades más dinámicas. En este sentido ha sido clave que Madrid haya superado a Cataluña en producto interior bruto en los últimos años.
Mientras se sucedían presidentes, coaliciones de gobierno inestables, una declaración fallida de independencia, encarcelamiento y huida de sus responsables y hasta una intervención de la autonomía, la sociedad catalana se ha ido petrificando en dos bloques.
La socióloga Marina Subirats resume así la situación: “Para muchos la independencia es su apuesta contra el mundo, algo que defienden tozudamente, pese a no ser realizable a corto plazo, mientras otros apuestan por pasar página sin lograr asentar un proyecto alternativo”.
Subirats, expresidenta del Instituto de la Mujer y exconcejal de Barcelona por el PSC, vaticina que lo más probable es que de estas elecciones surja otro Gobierno independentista y considera que esto no hace más que “seguir debilitando Cataluña”, especialmente porque insistirá en ideas no factibles. “Un alto dirigente de ERC me dijo una vez que la independencia no llegaría hasta al menos dentro de dos generaciones”, recuerda.
Así que la gestión del mientras tanto se adivina como principal caballo de batalla de la política catalana los próximos años. Para unos será gestionar el mientras no llega la independencia; para otros, cómo salir al paso de la situación mientras no se apacigua el embrollo político, que sigue marcado por la situación de los de los líderes del procés, algunos en la cárcel —ahora en tercer grado—, algunos huidos de la justicia española a Bélgica.
Otras noticias de interés: