La situación ha sido catalogada por las autoridades japonesas como la peor catástrofe meteorológico en el país desde 1982, cuando se registraron más de 300 fallecidos en las prefecturas de Nagasaki y Kumamoto.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, quien canceló una gira que tenía prevista por cuatro países, visitó este miércoles la provincia de Okayama y el viernes irá a Ehime para supervisar las labores de rescate.
73.000 efectivos del Ejército continúan las labores de salvamento.
El Gobierno japonés ha enviado camiones de agua a las zonas más afectadas, pero los suministros siguen siendo limitados. «Sin agua no podemos limpiar nada. No podemos lavar nada», ha señalado un hombre a la televisión japonesa NHK.
El aumento de la temperatura y la situación con el vital liquido preocupa a quienes se encuentran en los centros en los que han sido ubicados luego de las fuertes precipitaciones, la situación ha generado temores en torno a la proliferación de enfermedades en el oeste de este país.
200 mil viviendas no cuenta con el suministro del vital líquido desde hace una semana luego de las inundaciones y los deslizamientos de tierras registrado en el país asiático.
Por cuarto día consecutivo el fabricante tecnológico Panasonic,mantiene cerrado su planta de cámaras de vídeo profesionales en Okayama y no planea retomar la producción «por lo menos durante una semana, ya que las inundaciones (que afectaron al complejo) han dañado las instalaciones de suministro de energía», ha explicado una portavoz de la compañía.
Por su parte el fabricante de vehículos Mitsubishi Motors, cuya planta se encuentra en Okayama una de las zonas afectadas reinició este jueves sus operaciones.