El mundo se conmocionó cuando el semanario satírico que defendía la libertad, fue atacado brutalmente, por fanáticos religiosos, provocando la muerte de 12 de sus trabajadores, a principios de este año.
«El trabajo está hecho. El grito está dado. Y el debate interno es tan intenso que ha llegado el momento de parar», fueron las palabras del editor de la revista satírica francesa Charlie Hebdo, Laurent Sourisseau, para justificar que su magacín no volverá a publicar viñetas satíricas de Mahoma, uno de los iconos de su absoluta libertad.
Sourisseau, argumentó que Charlie ya ha cumplido el objetivo de defender sus derechos: «Hemos hecho nuestro trabajo. Hemos defendido el derecho a la caricatura», declaró.
Sourisseau ha desvelado esta impactante noticia en una entrevista a la revista alemana Stern, donde ha rememorado la matanza sufrida el 7 de enero pasado, donde dos hermanos faánaticos religiosos, acabaron con la vida de 12 empleados del medio.
Sourisseau, también conocido como Riss, declaró «Dibujamos a Mahoma para defender el principio de que uno puede dibujar lo que quiera. Es extraño: se espera que ejerzamos una libertad de expresión que nadie se atreve a ejercer».
Para muchos, esta desición ha generado polémica, ya que consideran que es una muestra de que el miedo y la intimidación pueden limitar a quien desde principios de este año, ha sido elevado como un símbolo de la libertad.
El editor defendió que Charlie Hebdo no ha acabado monopolizado por el Islam y ha declarado que su revista tenía el derecho a criticar a «todas las religiones». «Los errores de los que culpas al Islam pueden encontrarse también en otras religiones», concluye.