El Centro Nacional de Ciberseguridad británico acusó a un grupo de hackers presuntamente vinculados a Rusia de querer robar datos de la vacuna de la COVID-19, en este sentido, el ministerio de Asuntos Exteriores de China llamó a abstenerse de hacer acusaciones infundadas.
«Hemos prestado nuestra atención a estas informaciones, las acusaciones lanzadas contra Rusia, nuestra posición a este respecto es muy clara: cualquier país que hace acusaciones contra otro debe hacerlo basándose en una evidencia irrefutable, en caso contrario sería mejor abstenerse de agresiones irresponsables», declaró ante la prensa Hua Chunying, portavoz del ente.
Según el organismo británico, un grupo llamado APT29, también conocido como ‘the Dukes’ o ‘Cozy Bear’, se ha dirigido a varias organizaciones involucradas en el desarrollo de vacunas contra la covid-19 en Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido.
Por su parte, portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rechazó estas acusaciones, mientras el director general del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI, por sus siglas en ruso), Kiril Dmítriev, explicó que Rusia no tiene ningún interés en robar al Reino Unido datos sobre el desarrollo de la vacuna, ya que la empresa farmacéutica global AstraZeneca, con sede en Londres, decidió fabricarla en territorio ruso.
Dmítriev también informó el jueves que la segunda fase de las pruebas de la vacuna rusa contra el coronavirus elaborada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya concluirá el 3 de agosto y que se prevé llevar a cabo la tercera fase de las pruebas no solo en Rusia, sino también en Oriente Medio y en varios otros países.
Además, el pasado 12 de julio, los investigadores de la Universidad Séchenov de Moscú dieron por exitosos los ensayos clínicos de su vacuna contra covid-19, al resaltar que los resultados en dos grupos de voluntarios comprobaron la seguridad del fármaco.
En el Reino Unido se encargan del desarrollo de vacunas contra el covid-19 dos organismos: la Universidad de Oxford, que el pasado 23 de abril inició ensayos en humanos de su vacuna, y la Escuela Imperial de Londres.
Los estudios de la Universidad de Oxford son apoyados por AstraZeneca, que ya acordó con la empresa farmacéutica rusa R-Pharm fabricar las vacunas de Oxford en Rusia.
Con información de Sputnik
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