Aunque para el mundo puede parecer una propuesta exagerada o irreal, el gobierno de China implementa una novedosa estrategia para evitar y combatir el consumo de drogas en la nación. Pues, las autoridades aplican un sistema que toma de muestra las orinas y heces de sus ciudadanos de forma natural.
Se trata de un proceso denominado como epidemiología basada en aguas residuales, y funciona mediante pruebas de ciertos subproductos, o metabolitos, que el cuerpo produce después de metabolizar drogas. Algunos de estos subproductos están presentes en las materias residuales humanas, y pueden actuar como biomarcadores de sustancias como la cocaína o la marihuana.
En tal sentido, al encontrarse en las cañerías, hace que su localización sea fácil por sus componentes.
Esta propuesta es aplicada en aguas residuales recolectadas en 49 plantas de tratamiento, las cuales arrojaron luz sobre el uso de heroína en hasta 24 ciudades del país asiático, pero con mayor peso en la localidad de Zhongshan, de la provincia de Guangdong.
El proceso es una herramienta cuantitativa que combinada con la población u otros datos, puede decirle a los investigadores qué cantidad de medicamentos se usan o cómo cambian con el tiempo.
El bioseguimiento no solo se utiliza para la investigación de medicamentos, también tiene algunos beneficios en los estudios de enfermedades, y presenta diferentes beneficios y consecuencias según cómo se maneje. Según el presidente chino, Xi Jinping, para finales de 2018 los gobiernos centrales y locales habrán invertido 1.5 millones de dólares en este tipo de vigilancia.
De acuerdo a fuentes policiales, hasta fecha ha sido detenido un productor por dar positivo en la ciudad de Zhongshan.
Un artículo de Nature, expertos coinciden en que se trata de una medida bastante confiable para estimar el consumo de estupefacientes, y podría ser el mejor indicador existente.
De hecho, en un estudio realizado por investigadores colombianos en la ciudad de Medellín corroboró las cantidades de cocaína y cannabis que se consumían en la ciudad, reseña el artículo Nature vía Motherboard.
Pese a darse a conocer la estrategia, se desconoce cómo se obtienen, analizan y almacenan los elementos biológicos de cada ciudadano.