China acaba de dar su primer paso para conseguir que el yuan se convierta en moneda de referencia mundial que permita fijar los precios sobre las materias primas con el lanzamiento del esperado contrato de futuros de petróleo a través de esta moneda en la Bolsa Internacional de Energía de Shanghái.
El lanzamiento tuvo lugar en la Bolsa con el convenio SC1809 a un precio inicial de 440 yuanes por barril (69,54 dólares estadounidenses).
Medios locales informaron que al cabo de 20 minutos se contabilizaron 14 mil transacciones.
Un contrato de futuros es un acuerdo que obliga a las partes a comprar o vender un activo por un precio fijo y para ser entregado en un plazo determinado de antemano.
La comercialización en yuanes de los contratos a futuros del petróleo que se entregarán entre septiembre próximo y marzo de 2019 constituye un paso que posiciona la moneda china en el mercado mundial.
El segundo mayor consumidor de petróleo del mundo después de Estados Unidos quiere hacer que su creciente poder económico se traduzca también en poder para establecer los precios mundiales y que China y Asia tengan una menor dependencia del dólar.
El hecho estaba en la mira internacional porque China lo materializa 25 años de plantearse este propósito.
La relevancia es mayor debido a que el gigante asiático es el principal importador de petróleo del mundo y supone ahora una alternativa para los países exportadores que enfrentan sanciones unilaterales de Estados Unidos.
Por otro lado, expertos vaticinan que incluso esa nación podría cambiar de forma radical las reglas de juego en el mercado petrolero al proporcionar a los vendedores de materias primas la oportunidad de evitar el uso obligatorio del billete verde y a los compradores de pagar con yuanes u oro.