Pequín se mostró «muy preocupada» y contestó con contundencia a las declaraciones del presidente electo, Donald Trump. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China advirtió este martes a Trump, a tratar la cuestión de Taiwan con cautela y que comprenda la «elevada sensibilidad» del asunto. Esto después de las últimas declaraciones de Trump sobre la política de «una sola China».
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang dijo que «la cuestión de Taiwan concierne a la soberanía y la integridad territorial de China, y también forma parte de sus intereses fundamentales. El respeto a la política de «una sola China» es la base política de los lazos entre China y EEUU».
Shuang señaló que si dicha base es alterada o violada, las relaciones «sanas y estables» entre ambos países, al igual que su cooperación en ámbitos importantes, «son impensables». «Urgimos al nuevo gobierno y líder estadounidenses a que continúen adhiriéndose a la política de «una sola China» y a los principios de los tres comunicados conjuntos, al igual que a tratar este asunto de forma cautelosa a fin de evitar perjudicar el panorama de las relaciones entre China y Estados Unidos», agregó.
El representante gubernamental además indicó que se trata de una cuestión que no solo afecta a las relaciones entre Pequín y Washington, sino que también repercute en «la paz, estabilidad y prosperidad de la región Asia-Pacífico y del mundo».
Las palabras de Shuang llegan después de un duro editorial publicado por el medio Global Times, un diario oficial en inglés que quiere expone el punto de vista chino al mundo, bajo las directrices del Partido Comunista chino. El rotativo calificó este lunes a Trump de «ignorante e inexperto en política exterior», entre otros desprestigios.
Junto con la escalada de declaraciones, este fin de semana tuvo lugar una demostración de fuerza militar cuando aviones chinos maniobraron y se acercaron al espacio aéreo de Taiwan y Japón, ambos aliados de EEUU.
En China, Trump era el candidato preferido en la disputa con Hillary Clinton, a quien responsabilizaron de la política de giro hacia Asia impulsada por EEUU, que choca contra los intereses de Pequín en la región y mantiene una actitud más beligerante en la defensa de los derechos humanos en China.
Trump, por su parte, prometió en su campaña poner fin al Acuerdo Transpacífico (TPP), que aislaba a China de las relaciones comerciales en la zona del Pacífico.