Ante el aumento de casos positivos por Covid-19, la canciller de Alemania, Angela Merkel, decretó un “confinamiento duro” a partir de este miércoles hasta el próximo 10 de enero.
La decisión fue tomada por la canciller tras reunirse con los máximos representantes de los Länders (Estados federados), donde se evaluaron las nuevas medidas restrictivas que regirán, además, en las fiestas.
“Las medidas que empezaron el 2 de noviembre no han funcionado, las infecciones han crecido exponencialmente, hay muchas muertes, por lo que debemos adoptas nuevas reglas para garantizar que el sistema de salud no se vea sobrepasado”, expresó Merkel en rueda de prensa, citada por medios internacionales.
Entre las medidas tomadas se encuentra el cierre de todos los comercios no esenciales, así como las escuelas y guarderías. De igual forma, quedarán prohibida la venta de fuegos artificiales para evitar la aglomeración de gente en las calles.
“Hay una necesidad urgente de pasar a la acción”, dijo Merkel, citado por el portal alemán DW.
En referencia a las reuniones de Nochevieja y Nochebuena, solo se permitirán celebraciones con un máximo de cinco adultos pertenecientes a dos hogares, no obstante, los niños hasta los 14 años quedarán excluidos del cómputo.
Para evitar un colapso económico ante este nuevo cierre, el Ministerio de Finanzas anunció que se aprobará un paquete de ayudas para las empresas.
En las últimas 24 horas, la nación europea registró 20.200 nuevos contagios por COVID-19 y 321 muertes. Las cifras suponen un claro descenso con respecto a los máximos del viernes, cuando se llegó a un nuevo récord en ambas categorías, tras confirmarse 29.875 nuevos casos y 598 víctimas mortales.
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