«Ha llegado el momento de poner el punto final a esta etapa», con esta frase Mariano Rajoy selló su dimisión como presidente del Partido Popular (PP). Días atrás, había hecho historia al convertirse en el primer Jefe del Gobierno español destituido de su cargo.
El escándalo de corrupción, llamado caso Gürtel, marcó el ocaso del líder de la derecha española. Su poder omnipotente se desvaneció en pocos días, a partir de la sentencia de la Audiencia Nacional que comprobó que el Partido Popular se financió con dinero proveniente de un sistema de comisiones a cambio de asignar obras públicas.
Por lo pronto, se ha desatado a lo interno del partido de Rajoy «la madre de todas las batallas» para sucederlo. Entre los precandidatos figura principalmente, según la prensa española, el presidente autonómico de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien parte con la ventaja de ser de una región considerada el “búnker electoral de los populares”.
También mencionan sus aspiraciones Soraya Sáenz de Santamaría, la exvicepresidenta de Rajoy; y María Dolores de Cospedal, exministra de Defensa y actual secretaria general de la organización derechista. Como dato curioso, el portal «ElDiario.Es» reseña que ambas estarán presentes, este fin de semana, en la reunión del Club Bielderberg, suerte de cónclave empresarial que planifica la imposición de sus líneas políticas y económicas en el Mundo.
El propio expresidente de España, José María Aznar (1996-2004), famoso por sus sociedades con su colega estadounidense George W. Bush (2001-2009) para ejecutar guerras en el mundo, se autopropuso para liderar a la “centroderecha española”, como él mismo la definió.
El expresidente Aznar se autopropuso para liderar a la «centroderecha» española
¿Cuál es el escenario de batalla?
La hoja de ruta para escoger al sucesor de Rajoy se iniciará el próximo lunes 11 de junio, cuando la Junta Directiva del Partido Popular defina la fecha de su congreso extraordinario. Según sus estatutos, ese congreso debería tener lugar un mes y medio después de convocarse, pero en casos de urgencia, y previa motivación, su celebración puede tener lugar en el plazo de un mes. De este modo, en el PP dan por hecho que habrá congreso en la última quincena de julio.
Desde el día en que se fije la fecha de su congreso, los aspirantes a suceder a Rajoy tendrán 15 días para presentar su candidatura. Para registrarse, requieren la firma de tan sólo 100 militantes. Siempre que exista más de una postulación se iniciará una campaña que tendrá una duración máxima de 21 días.
Finalizado ese proceso, los aspirantes que tengan el apoyo de al menos un 20% de apoyo presentarán sus programas y equipos. Después, ya durante el congreso, se votará entre los distintos candidatos. El elegido se convertirá en presidente nacional del PP y, según los estatutos, será “el candidato del partido a la presidencia del gobierno”.
Es probable que el apuro de los “populares” no sea sólo para evitar pugnas internas, ya que también avizoran posibles comicios generales adelantados.
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