El senador por Vermont, posible rival de Trump en noviembre, se ha convertido en un temor para las grandes corporaciones del país norteamericano
A finales de este año se celebrarán en Estados Unidos las elecciones presidenciales, y se definirá si habrá un nuevo inquilino en la Casa Blanca o si el magnate Donald Trump continuará ahí.
Para ello, los partidos tradicionales, el Demócrata y el Republicano, realizan desde ya asambleas de delegados —denominadas caucus— y este lunes se llevó a cabo las de Iowa, en donde el retraso de los resultados del partido azul ha sido noticia toda la semana.
Según denunció el medio español Publico.es un súper PAC (Political Action Committee) destinó 600.000 dólares para que el senador por Vermont, Bernie Sanders —favorito en las encuestas— no logre la nominación. La cantidad referida se invirtió en una campaña sucia solo para los demócratas de Iowa, con el fin de opacar la imagen del legislador.
Pero, ¿cómo funciona el financiamiento de estos PAC? El medio digital explica que estas agrupaciones, exentas de impuestos, se dedican a contribuir, con grandes fortunas, a favor o en contra de un candidato a la presidencia. Millonarios o corporaciones, «que de otra manera verían legalmente limitadas sus contribuciones, pueden donar libremente, es decir tanto dinero como quieran, a un súper PAC, que irónicamente, pero solo en teoría, debe ser independiente», reseña el artículo.
A fin de cuentas, los PAC son los canales perfectos de poderosos para influir sobre algún candidato a cualquier cargo público en Estados Unidos. Sería esta la manera idónea con la que los políticos pro Israel y los mismos aliados al régimen sionista podrían lograr conseguir que Trump continúe en la Casa Blanca.
Con Trump a la cabeza de EE. UU. sería la única forma de que Tel Aviv podría anexar ilegalmente más territorios de Palestina, lo que constituye —tal y como se ha denunciado en reiteradas veces— una violación a los derechos fundamentales de dicho pueblo árabe.
El artículo —firmado por Eugenio García— refiere que la campaña del súper PAC está financiada por Democratic Majority for Israel, agrupación que recientemente se dedicó a abordar a los votantes demócratas de Iowa, en donde este lunes arrancó la carrera para definir al candidato. En la contienda, los proisraelitas le dijeron a los electores que Sanders no tiene capacidad para derrotar a Trump porque es «demasiado extremista». Obviamente, en este tipo de mensajes, el PAC evita referirse al estado judío.
Parte de la campaña son anuncios y carteles, y los medios que se prestan para ello son CNN, ESPN y MSNBC. «Me gusta Bernie, creo que tiene grandes ideas, pero en Michigan, Pensilvania o Iowa la gente no va a votar a un socialista», afirma Michael Kuehner en uno de los anuncios, cita Público. Otra demócrata, Darby Holroyd, dice: «Hay cosas de la salud de Bernie Sanders que me preocupan, si se tiene en cuenta el hecho de que ha sufrido un ataque al corazón».
No es la primera vez que Democratic Majority for Israel pone en su blanco de ataque a Sanders. Este ente, fundado en 2019, también ha fichado como objetivo a otros políticos demócratas que se atreven a distanciarse de la idea de un estado judío.
El presidente de dicha asociación dijo el año pasado públicamente que era «muy preocupante» que Sanders se asociara con políticos que «odian a Israel», en referencia a las congresistas Ilhan Omar y Alexandria Ocasio-Cortez, y a la activista de origen palestino Linda Sarsour.
Una investigación del medio The Nation sobre este tema indica que es todo un misterio el financiamiento del súper PAC, cuyos representantes no aclaran el origen de los fondos. Este grupo también ha negado sus vínculos con AIPAC (American Israel Public Affairs Committee o Comité Americano-Israelí de Asuntos Públicos). Pero dicho medio revela que 11 de los 14 miembros del consejo directivo del súper PAC han trabajado a sueldo o como voluntarios, o han donado dinero a AIPAC.
Fondos para atacar y contraatacar
Pero los candidatos no han sido los únicos objetivos de este tipo de grupos. Los electores han advertido que dentro del partido alguien está jugando sucio. El director de la campaña de Sanders, Faiz Shakir, dijo —según la información reseñada por el medio español— que un «grupo financiero ajeno» está atacando al senador de Vermont. El demócrata asomó cifras y dijo que una asociación, insinuando a Democratic Majority for Israel, ha invertido un millón de dólares solo en el estado de Iowa para apoyar al antiguo vicepresidente Joe Biden, quien no figura entre los favoritos.
Por tal razón, Shakir llamó a recoger fondos para idear una campaña de contraataque, por lo que logró reunir 1,3 millones de dólares.
El político progresista se ha convertido en el centro de atención de grandes capitales en EE. UU., ya que ha prometido subir los impuestos a las corporaciones para financiar programas a las poblaciones más humildes.
El pasado martes, Sanders difundió un video diciendo que los multimillonarios «se están poniendo nerviosos» conforme ven que sus posibilidades van creciendo. «No es un secreto que estamos luchando contra la clase política y contra los intereses del gran dinero, (…) pero contamos con la gente y nuestro movimiento de base prevalecerá». «De repente, el establishment demócrata se ha puesto nervioso (…) y están pensando ‘¿podrá ocurrir algo así?’ Somos su peor pesadilla.»
Con información de Publico.es y Sputnik