Corea del Norte lanzó el sábado un cohete de largo alcance que, según interpretaron los Servicios de Inteligencia surcoreanos, podría ser un ensayo de una quinta prueba nuclear. Según los surcoreanos, Pyongyang, capital de Corea del Norte, ya posee la tecnología para lanzar misiles balísticos intercontinentales.
Tras el lanzamiento, Estados Unidos y aliados consideraron que dicha actuación se realiza con el fin de probar capacidades en materia de misiles y ser capaces de transportar una carga nuclear hasta territorio norteamericano.
Pese a que Corea del Norte asegura que el dispositivo lanzado es un cohete con un satélite de un peso aproximado de 200 kg, Seúl considera imposible que existan satélites con un peso tan reducido.
El pasado mes de enero, el Gobierno norcoreano aseguró haber llevado a cabo una prueba con una bomba de hidrógeno miniaturizada, pero hasta el momento no se encontraron indicios suficientes para constatarlo.
El lanzamiento norcoreano provocó una ola de críticas por parte de la comunidad internacional, que lo tachó de ensayo encubierto de misiles balísticos. El Consejo de Seguridad de la ONU condenó el lanzamiento y calificó las acciones de Pyongyang como una violación grave de las resoluciones del organismo.
Corea del Norte ya había realizado tres pruebas nucleares, en 2006, 2009 y 2013, las cuales conllevaron sanciones internacionales.
En este sentido, los occidentales expresaron su preocupación por las armas nucleares norcoreanas y por una eventual ofensiva de la nación asiática.
Por su parte, el Gobierno del líder norcoreano, Kim Jong-un, afirma que sus actividades nucleares no son ofensivas y que tienen fines de autodefensa ante el belicismo norteamericano y las maniobras militares conjuntas Washington-Seúl.