El Moex, índice de referencia del mercado de valores ruso, bajó un 11 por ciento, en su peor caída desde la anexión de Crimea, en 2014. Por su parte, el rublo llegaba a su más bajo nivel en cerca de dos años, aunque se recuperó un tanto cuando el Banco Central de Rusia aseguró estar preparado para respaldar la estabilidad financiera.
Las turbulencias se desataron mientras Estados Unidos y sus aliados se aprestaban a imponer sanciones contra Rusia, después de que el presidente Vladimir Putin reconociera la independencia de las regiones separatistas del este de Ucrania y ordenara enviar allí «fuerzas de paz”.
«Me sorprende que los mercados hayan tardado tanto en abrir los ojos a la realidad. Habían estado negándose a ver el riesgo de conflicto”, dijo a DW Timothy Ash, analista de BlueBay Asset Management. «Esta es la segunda mayor crisis de seguridad en Europa después de la II Guerra Mundial. Y los mercados deberían darse cuenta”, subrayó.
El petróleo roza los 100 dólares por barril
La última escalada llevó al precio del petróleo a acercarse a la marca de 100 dólares por barril. El crudo Brent subió más de un tres por ciento, llegando a 98,92 dólares por barril. El gas natural aumentó de precio en más de un 13 por ciento.
Estos incrementos se suman a las alzas que ya se registraban debido a la insuficiencia de los suministros, dado que los principales abastecedores, incluida Rusia, se resisten a incrementar la producción para satisfacer la gran demanda postpandemia. Los altos precios de los combustibles han estado dando dolores de cabeza los gobiernos, enfrentados a un rebrote de la inflación en Estados Unidos y Europa.
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Expertos prevén que una guerra entre Rusia y Ucrania interrumpiría los suministros de gas natural a Europa, causando drásticos aumentos de precio. Esto, a su vez, dispararía los precios del petróleo, ya que se recurriría a ese combustible para la generación de energía. Los entendidos no creen que el conflicto tenga un impacto directo en la producción petrolera rusa.
La tensión en torno a Ucrania ha sido un factor importante en el alza de los precios de la energía en los últimos meses en Europa y también en Alemania, que es especialmente dependiente del gas natural ruso. El canciller alemán, Olaf Scholz, ordenó este martes (22.2.2022) suspender el proceso de aprobación del funcionamiento del gasoducto Nord Stream 2, diseñado para transportar gas desde Rusia.
Por su parte, el oro se beneficia de su reputación como puerto seguro en tiempos de crisis. Su precio ya había subido, pese a las expectativas de que la Reserva Federal elevará las tasas de interés, y ha vuelto a repuntar ahora. El oro llegó a cotizarse a más de 1.900 dólares por onza, el máximo nivel registrado desde 2020, en el peor momento de la pandemia.
También los precios del aluminio han aumentado por temor a una interrupción de envíos desde Rusia.
Las sanciones
«Se espera que [las sanciones] se mantengan en el extremo más ligero de la escala, en parte para reservarse medidas más severas con las que disuadir a Rusia de enviar tropas al resto de Ucrania, más allá de la región del Donbás”, indicó en una nota a sus clientes el economista en jefe de Capital Economics, Neil Shearing.
Cualquier impacto de la escalada en la economía rusa dependerá en gran medida de la severidad de las sanciones. De todos modos, la economía del país está en mejor forma que en la época de la crisis de Crimea, cuando las sanciones occidentales tuvieron un serio impacto y causaron una crisis financiera.
«Mientras el mercado financiero ruso ya sufre la gran cantidad de malas noticias, no parece ocurrir lo mismo en otros lugares”, indica Shearing. «Y eso sugiere que todavía hay un importante riesgo de caída para los mercados bursátiles mundiales si el conflicto se agrava».
Con información de DW