Diversas compañías se han restado de participar en la construcción de una obra férrea de Jerusalén que pasará por lugares de la ciudad que fueron tomados en la guerra de los Seis Días de 1967.
Según publica la agencia de noticias Maan, el proyecto de tren ligero, avaluado en $1,4 mil millones de dólares y cuya línea busca extenderse por 22 kilómetros, ha «demostrado ser problemático».
Ahora CAF, una de las más importantes empresas españolas en el campo ferroviario, se ha «negado a construir una sección de la línea… porque el gobierno israelí incluyó un pedazo de tierras palestinas que serán confiscadas, vulnerando normas internacionales de legitimidad».
«Representantes de los trabajadores de la compañía que objetaron la participación de ésta… explicaron que el problema radica en que la línea pasará por territorios palestinos que servirán de asentamientos ilegales», agrega el medio.
A través de un comunicado, CAF señaló que «la Asamblea General de Naciones Unidas y la Corte Internacional de Justicia, a través de varias resoluciones, han dicho estar en contra de la ocupación de tierras por las que pasará la línea férrea».
«Cualquier proyecto en cualquier ciudad del mundo, especialmente en Jerusalén, debe respetar los derechos humanos y la legitimidad internacional en su implementación», subrayó.