La mayoría de las personas en el mundo ha experimentado episodios de fatiga, pero cuando ésta se vuelve crónica amenaza la salud y las actividades cotidianas.
Cada 12 de mayo es el Día Mundial de la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica.
Sobre este último, la Fundación para la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica de España explica que es una enfermedad compleja y su principal característica es el padecimiento de una fatiga profunda e insuperable.
Aunque pudiese parecer inofensivo, la misma se presenta sin ninguna justificación (actividad física extenuante previa), no disminuye con el descanso, se extiende durante al menos seis meses consecutivos y se agrava cuando se practica una actividad física o mental.
No tiene cura ni un tratamiento específico y se está estudiando la incidencia de algunos virus sobre ella.
El principal objetivo de los médicos será aliviar los síntomas del paciente a través de la combinación de distintas modalidades terapéuticas. Por esta razón, el trato que se le dará dependerá de cada caso particular.
Algunos de los síntomas son dolor generalizado, alteraciones del sueño, ansiedad, depresión, pérdida de memoria y concentración, colon irritable, estreñimiento, inestabilidad motora, cefalea, ganglios cervicales doloroso, entre otros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la codificó en el Manual de Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades con el código G93.3 bajo el título de Síndrome de Fatiga Crónica Post-Viral.
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